En ocasiones, uno puede tener una idea de inversión muy clara, pero no saber cómo aterrizarla. Bien sea para invertir en un sector concreto, como el tecnológico, una región geográfica o una materia prima (como puede ser el petróleo), al inversor le resulta difícil saber cómo hacerlo: ¿vía fondos o ETF? Y, dentro de la oferta disponible, ¿cuáles son los mejores vehículos, y los más adecuados para mi perfil?, suele preguntarse.