Si hay una característica o una palabra que podría definir el mercado del petróleo en el conjunto de este 2025 es la sobreoferta. Sin embargo, dentro de esta panorámica hay que pequeños detalles que pueden generar algunos sobresaltos, en principio, aislados. Uno de ellos se podría estar gestando en estos momentos. La estructura del mercado de crudo se ha posicionado de forma clara en un profundo backwardation (el petróleo físico es mucho más caro que los futuros para finales de año), lo que suele anticipar importantes subidas en el precio del petróleo. ¿Cómo puede suceder esto en un mercado que supuestamente está dominado por el exceso de oferta? Justo en el verano es posible que haya escasez de crudo y diésel. La demanda se está disparando porque es temporada alta (el turismo y los viajes consumen mucho crudo) y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) aún no ha desplegado por completo su plan de producción (aumentos mensuales del bombeo). Aunque en el conjunto del año se espera que el petróleo bañe el mundo, este verano puede que haber cierta 'sequía' de crudo y destilados. ¿Qué puede suponer esto para el consumidor? Quizá cuando vaya a repostar su coche en vacaciones se lleva un pequeño susto al ver el precio del litro de combustible.