Plan en casa: Al Oeste del Finde

Sin perdón es sin duda, y desde mi más humilde opinión, el último gran western de los últimos tiempos. Estrenada un año después de Bailando con lobos, que como ya dijimos hizo resurgir el western, Sin perdón consiguió en 1992 que se la considerase un hito del género. Ganó cuatro Premios Oscar, entre ellos el de Mejor Película, Mejor Actor Secundario para Gene Hackman y Mejor Director para Clint Eastwood, verdadero artífice de esta película. El origen es un viejo guión de los años 80 guardado en un cajón y que estuvo a punto de llevar a cabo Francis Ford Coppola. Al no encontrar financiación, el guión cayó en manos de Eastwood que años más tarde pudo realizarla con su propia productora.

No suelo recomendar películas familiares, pero ya están a la vuelta de la esquina las vacaciones escolares a las que hay que sumar el éxito de la adaptación en imagen real de Lilo y Stitch. DreamWorks no iba a ser menos que Disney y estrena su propia versión en live action de uno de sus grandes éxitos, Cómo entrenar a tu dragón, que en 2010 fue un taquillazo memorable que nada tuvo que envidiar a ninguna producción de la casa del ratón.

Al Oeste del Finde

¿Quién fue el que dijo que el wéstern y la comedia no pueden ir juntos? Eso no es verdad, y si no disponte a ver ya mismo Dos hombres y un destino ya que te demostrará que estos dos géneros combinan perfectamente. Y encima hay acción, aventura y una historia de amor. La película nace en 1969, en los albores de los 70, en una época de cambios radicales en el cine visto hasta entonces con la entrada en escena de cineastas como Scorsese o Coppola que le dieron otro aire a las películas. Dos hombres y un destino ya apuntaba a estos cambios hacia un cine hecho de una forma muy distinta a las películas realizadas durante los 60.

Ahora que os voy a recomendar Ballerina me surge una pregunta previa que no acabo de resolver: ¿por qué una película que ofrece acción pura y dura y sirve al espectador lo que quiere ver suele tener en general una crítica tibia, incluso mala a veces, si da simplemente lo que se espera de ella? Pues no lo sé, pero yo soy de los que siguen con mucho interés la saga de John Wick desde 2014 cuando se inició. Con tres simples elementos (un perro, un coche y un viudo inconsolable) se ha construido toda una saga que logra el entretenimiento de millones de espectadores en todo el mundo y que es la joya de la corona de su productora.

Hay películas como Grupo salvaje que son toda una experiencia cuando las ves por primera vez. Eso me ocurrió a mí cuando siendo un niño mi abuelo me llevó a ver a un cine de barrio, concretamente al Cine Liceo de Madrid, hoy desaparecido como tantos otros, este wéstern atípico y espectacular.

Los que me seguís os habréis dado cuenta de que me gustan las películas arriesgadas que contengan cierto poso de realidad social. Y de pronto me doy de bruces con Hamburgo, que se estrenaba en el pasado Festival de Málaga, donde dejaron huella muchas de esas películas.

Podría haber empezado estas recomendaciones de wéstern con todo un clásico, una obra maestra como es La Diligencia, un ejemplo de la madurez de un estilo y un género llevado a la perfección clásica. Corría el año 1939 cuando se estrenaba en los cines norteamericanos La Diligencia (a España llegaría en 1944) sin muchas expectativas ya que según los expertos de entonces el género del wéstern estaba de capa caída. Habían sido cientos de películas en las que se abusaba de este tipo de cine cada vez con menos acierto, o ninguno. El llamado cine del oeste ya no llevaba público a los cines. Pero se estrena La Diligencia y algo pasa, primero entre la crítica y después con el público que asiste entusiasmado a ver la película que está tan bien engrasada como una rueda, mantiene durante todo su metraje la estabilidad necesaria para que no se desencaje en ningún momento.

Hace casi tres décadas, una por entonces joven estrella Tom Cruise decidió meterse a productor y llevar al cine la sesentera serie Misión Imposible. Lo hizo con Brian De Palma en la dirección y él mismo como protagonista dando vida a Ethan Hunt, un agente de una agencia especial con la misión de salvar al mundo. Desde entonces, han pasado muchas cosas, concretamente siete películas, y parece que esta Misión Imposible: Sentencia Final puede ser la octava y última entrega de la exitosa saga que, pese a haber tenido altibajos en sus guiones, cuenta con secuencias de acción y suspense que han ido ganando en espectacularidad. Ya en la primera entrega, para mí la mejor, nos sorprendía con una de las secuencias de mayor intensidad que nos ha brindado el cine, aquella en la que nuestro héroe, colgado con unos arneses, tenía que recuperar un objeto y una simple gota de sudor podría acabar con todo al hacer saltar las alarmas. Inolvidable.

Hoy le toca el turno a todo un clásico del western contemporáneo de 1990, año en el que el actor y director Kevin Costner estrenó Bailando con lobos, una película en la que nadie creía y de la que más de uno predijo que sería un fracaso monumental. Se equivocaron, a pesar de sus tres horas de duración fue todo un clamor y ganó 7 premios Oscar, incluyendo mejor película, director y guión. Pero lo más importante es que fue un fenómeno en taquilla que supuso la recuperación de un género que no tenía a priori mucho futuro. Bailando con lobos es espectacular, un relato de enorme aporte humano además de un profundo valor histórico. Cada secuencia de esta historia nos deja una sensación de realidad que no habíamos visto hasta entonces, sin duda es una epopeya histórica que deberíamos revisar o por supuesto verla por primera vez. No te puedes resistir a ver cómo su protagonista John J. Dunbar es considerado un héroe tras liderar accidentalmente a las tropas de la Unión a la victoria durante la Guerra Civil norteamericana.

Esta semana os quiero recomendar una coproducción entre Dinamarca y Suecia que es bastante atípica con el cine que nos suele llegar de estos países y, por otro lado, bastante más profundo y descriptivo de su forma actual de vida. Estocolmo 1520. El rey tirano es toda una superproducción escrita y hablada en inglés, imagino que para intentar llegar a un público más amplio, que mezcla en su reparto a actores suecos, daneses y anglosajones.