El bitcoin ha logrado un nuevo máximo histórico en los 118.133 dólares. La principal criptomoneda ha renovado récords seis veces este año, la última ayer mismo. Pero este viernes ha superado con creces su anterior zona de referencia (en torno a los 111.000 dólares) y ya pone la mirada en los 120.000. Hay muchas razones que explican la fortaleza del mercado cripto, lo que ha obligado a los bajistas a rendirse y deshacer sus posiciones cortas.

Aunque las empresas de criptomonedas quieren dejar atrás los años de mala reputación, hoy han vuelto a surgir las dudas. El regulador europeo ha cuestionado una licencia que ha dado Malta a una plataforma de intercambio de criptos. El organismo dice que se concedió la autorización a esta empresa para operar en Europa cuando "aún quedaban cuestiones por resolver", según un informe publicado este jueves.

Tras la Reserva Estratégica de Bitcoin de Donald Trump, llega la Reserva Digital del Futuro. El planteamiento es parecido, aunque con una vuelta de tuerca. Esta vez va a ser una empresa americana recién creada, ReserveOne, la que va a crear un depósito en el que se acumularán criptomonedas. Su objetivo es salir a bolsa y cotizar en Nueva York. Así, la compañía emitirá sus propias acciones, que se podrán comprar como las de cualquier otra firma. Es decir, será la primera reserva cripto de una empresa que se negocie en la bolsa, la alternativa que quedaba por inventar después de la irrupción de los ETFs de bitcoin, las reservas nacionales o la propuesta de MicroStrategy.

Son muy pocas las compañías de criptomonedas que cotizan en bolsa y sola una la que está en primera división en Wall Street. Coinbase se estrenó en el S&P 500 hace muy poco y ya ha adelantado por la derecha a las 499 firmas restantes. Se ha convertido en la más rentable de todas tras un rally del 127% en los últimos tres meses. Las condiciones del mercado no pueden ser mejores para la industria cripto. En este contexto, empresas como Coinbase están aprovechando para afianzar su posición frente a otras competidoras y también están intentando meterse en mercados más tradicionales, como el de los pagos o el de la compraventa de acciones.

Invertir en el edificio más alto del planeta, en el Burj Khalifa de Dubái, puede parecer inalcanzable para muchos. Habitualmente, se piensa que son los grandes fondos los que están detrás de estas operaciones, pero no siempre sucede así. Más de 200 personas han invertido en un apartamento de lujo en este rascacielos y esperan obtener una rentabilidad anualizada del 16%. El ticket mínimo es de 100 dólares, por lo que esta operación inmobiliaria está abierta a los pequeños ahorradores. Y también permite pagar con criptomonedas.

Las estafas con criptomonedas se llevan por delante miles de millones de euros. Aunque la tecnología que hay detrás de las transacciones con cripto permite saber exactamente dónde están los fondos robados, no siempre se pueden recuperar. Tras los pasos de los delincuentes están las plataformas de intercambio de criptomonedas, los peritos o las listas negras. Su objetivo es evitar que el dinero robado se quede atrapado para siempre.

Donald Trump quiere que las criptomonedas sean una ayuda a la hora de obtener una hipoteca. En Estados Unidos ya se está trabajando para que esto suceda. El regulador ha pedido a Fannie Mae y Freddie Mac, empresas controladas por el Gobierno, que elaboren una propuesta que establezca cómo evaluar los activos digitales en el perfil de riesgo del solicitante. En la práctica, quienes pidan una hipoteca podrán presentar sus inversiones cripto al banco con el objetivo de mostrar que cuentan con ese patrimonio.