Más allá de las relaciones comerciales, la política arancelaria ha generado otro efecto secundario: la cautela de la Reserva Federal. Los impuestos que propone el presidente de los Estados Unidos pueden volver a presionar la inflación y el organismo de EEUU ha optado por no bajar aún los tipos de interés. La consecuencia de esta precaución ha sido un nuevo incremento de las rentabilidades de la renta fija. Pero, a pesar de todo, el mercado de deuda de España ignora el efecto Trump.