Opinión
Llevamos años demandando que las aportaciones del ahorro privado destinado a hacer una correcta planificación a la jubilación tributen como rentas de ahorro y no como rentas de trabajo, ya que, entre otros aspectos, es una discriminación que sufren estos productos de ahorro. Es preciso tener en cuenta que son los instrumentos que tendremos que utilizar para complementar la pensión publica con el objetivo de nivelar la esperanza de vida real a la esperanza de vida financiera.