Corresponsal en Bruselas

La economía de la eurozona se ralentiza con el incremento de las tensiones comerciales con Estados Unidos y la sombra de incertidumbre que arroja sobre el futuro. Los países del euro registraron un ligero crecimiento, del 0,1% en el segundo trimestre del año, una cifra que supone una desaceleración frente al avance del 0,6% del arranque del ejercicio.

Los líderes europeos empujan por una paz negociada para Ucrania. Y el encuentro que tendrá lugar en Alaska el viernes entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder del Kremlin, Vladimir Putin, ha obligado a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a movilizarse y hacer un ejercicio de diplomacia. Los líderes europeos han pedido a Trump que se cuente con Ucrania para las negociaciones de paz, que esté en la mesa de negociación, que no se deje fuera al presidente ucraniano y que éste debe negociar todos los aspectos vinculados al territorio.

El vínculo de la Unión Europea con China se vuelto más complejo en los últimos años. Las tensiones comerciales y las prácticas desleales por parte de Pekín han ido poniendo a prueba los límites de Bruselas. Hasta tal punto que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmaba el mes pasado que la relación entre ambas potencias se encuentra en “un punto de inflexión”. El gigante asiático anunció que impondrá restricciones a dos entidades financieras de la UE como represalia ante las sanciones que la UE aplicó a dos bancos chinos.

El plan de Recuperación, ese programa impulsado por la UE para dar un revulsivo económico a los países de la UE tras el golpe de la pandemia, se encuentra en su tiempo de descuento. Falta tan solo un año para que se termine el plazo para que los Gobiernos puedan solicitar los fondos Next Generation. Y a España le queda mucho trabajo por hacer. En los próximos doce meses debe cumplir más de la mitad de las exigencias comprometidas con Bruselas en estos seis años si quiere acceder a toda la financiación disponible.

El pasado febrero, la compañía holandesa, Nasper, revolucionaba el sector del delivery con una operación de contundencia. A través de su subsidiaria Prosus compraba Just Eat Takeaway.com por 4.300 millones de dólares (unos 4.100 millones de euros). Una de las mayores operaciones de la compañía inversora hasta la fecha. El Ejecutivo comunitario ha dado luz verde este lunes a la transacción pero sujeta a condiciones, como que Prosus reduzca su participación la firma competidora de comida a domicilio, Delivery Hero.

España paralizó la semana pasada la compra de cazas F-35 Lightning II a EEUU, coincidiendo con el resurgir de la guerra comercial de Washington con la UE, y el resto del mundo. Y es precisamente, en este último ámbito, donde nuestro país se expone a sufrir las represalias de mayor intensidad por parte de Washington. La respuesta podrá materializarse en forma de una mayor tasa arancelaria general para España, superior al 15% acordado en julio con Bruselas para el conjunto de la Unión. Pero también está abierta la muy dañina opción de poner la lupa sobre la importación de productos españoles concretos, como temen fuentes del sector agrario.

Ha tardado, pero finalmente España se hace con el quinto pago de fondos Next Generation. La Comisión Europea ha desembolsado este viernes 23.100 millones de euros asociados al quinto tramo del Plan de Recuperación después de recortar 1.100 millones de euros por no cumplir con el impuesto al diésel, la digitalización de las entidades regionales y locales y la temporalidad de los interinos. El pago llega, sin embargo, con un año y medio de retraso pues estaba previsto para el primer semestre del 2024.

La negociación entre Estados Unidos y la Unión Europea continúa para cerrar los últimos flecos del acuerdo arancelario. A ojos de Bruselas el 95% del pacto está aclarado, pero parece que hay ciertos puntos que se estancan. Y mientras el líder estadounidense, Donald Trump, continúa amenazando, en este caso, con gravámenes del 100% a las importaciones de microchips, Bruselas espera que la Casa Blanca confirme "cuanto antes" que aplicará un arancel máximo del 15% a los chips de origen comunitario, así como a coches y al sector farmacéutico.

Los tira y afloja que, durante meses, han mantenido Estados Unidos con la UE, y con prácticamente todo el mundo, se relajaba a finales del pasado julio en un acuerdo arancelario con un umbral máximo del 15%. El pacto entre Washington y Bruselas debe ser todavía plasmado en una declaración conjunta que los equipos negociadores de ambas partes tratan de cerrar lo antes posible. Un acuerdo que incluye mucha letra pequeña, como una penalización para aquellos que intenten esquivar los aranceles o una excepción para los bienes en tránsito antes del 8 de agosto.