La historia pesa sobre los hombros de la UE, sobre sus decisiones y sobre las propuestas que el Ejecutivo comunitario pone sobre la mesa para atajar la situación de los mercados energéticos ante la invasión militar rusa de Ucrania. El termómetro es el determina la cuenta atrás y el contexto hace posibles planteamientos que hace meses eran impensables, según señala el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans. Pero no es este invierno el que le preocupa si no los próximos tres.