Economía

España se arriesga a sufrir mayores aranceles tras anular la compra de cazas a EEUU

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de EEUU, Donald Trump
Bruselasicon-related

España paralizó la semana pasada la compra de cazas F-35 Lightning II a EEUU, coincidiendo con el resurgir de la guerra comercial de Washington con la UE, y el resto del mundo. Y es precisamente, en este último ámbito, donde nuestro país se expone a sufrir las represalias de mayor intensidad por parte de Washington. La respuesta podrá materializarse en forma de una mayor tasa arancelaria general para España, superior al 15% acordado en julio con Bruselas para el conjunto de la Unión. Pero también está abierta la muy dañina opción de poner la lupa sobre la importación de productos españoles concretos, como temen fuentes del sector agrario.

La amenaza nunca antes fue tan real si se considera que se encuentra sobre la mesa la orden explícita del presidente Donald Trump de aplicar mayores gravámenes a Europa si no invierte 600.000 millones en EEUU, dando prioridad a ámbitos estratégicos como la Defensa. Pero igualmente importante es el hecho de que ya debe darse por seguro que la primera potencia del mundo tiene capacidad para castigar a España más severamente al margen del resto de la UE.

El debate lo ha zanjado la propia Comisión Europea. "EEUU es un país soberano", según explican fuentes del Ejecutivo comunitario consultadas por elEconomista.es, lo que quiere decir que "si aplica aranceles a un determinado Estado miembro, eso no conlleva que los aplique a toda la Unión si no lo ha decidido así expresamente".

Por tanto, la Casa Blanca tiene a su alcance un hipotético arancel vis a vis contra un Estado miembro sin extenderlo al conjunto de la UE, aunque la Comisión Europea sea la responsable de las negociaciones en materia comercial y no los Gobiernos.

El término arancel vis a vis lo utiliza el investigador del Instituto Bruegel, Ignacio García-Bercero, quien considera que es una de las opciones por las que puede "optar" Washington para tomar represalias contra el Gobierno de Pedro Sánchez, especialmente si alega que están en juego sus intereses estratégicos.

Este arma siempre ha estado a disposición de Trump, y García-Bercero ya la señaló a finales de junio pasado, cuando Washington y Madrid volvieron a chocar en la última cumbre de la OTAN. Fue allí donde el presidente Pedro Sánchez se negó a elevar el gasto militar española al nivel equivalente al 5% del PIB.

En cuanto a las represalias focalizadas en las exportaciones a EEUU de productos españoles específicos, existe un precedente muy cercano, imposible de olvidar para el sector agrícola. Es más, casualmente, ese caso también se relaciona con un conflicto entre Washington y Bruselas que implica al sector aeronáutico, en el que España se vio más damnificada que sus socios.

Fue en la década pasada cuando, ante el litigio por competencia desleal entre los fabricantes de aviones Boeing y Airbus, la Organización Mundial del Comercio permitió a las autoridades estadounidenses crear un arancel ad hoc contra las ventas de aceituna negra española al otro lado del Atlántico.

Oficialmente ese último gravamen se encuentra todavía vigente y, por ello, todavía causa importantes daños al campo español.

Lo que está aún por definirse es cuál sería la autoridad a la que la Administración Trump recurriría para adoptar las represalias por las decisiones en materia de Defensa del Gobierno español.

Así, el brazo ejecutor de la Casa Blanca no tiene por qué ser en todo caso la Secretaría de Comercio, dirigida por Howard Lutnick. Otros expertos en economía internacional consultados por este diario, y que piden mantenerse en el anonimato, aseguran que Trump ya ha amagado en otras ocasiones con invocar razones de protección de la seguridad nacional, a la hora de actuar ad hoc contra los productos y servicios procedentes de una economía extranjera concreta.

En esa situación es posible que Trump delegara las decisiones en la Secretaría del Tesoro o incluso en la Secretaría de Estado. El titular de esta última institución, Marco Rubio, ya ha protagonizado varios choques con la UE.

Europa mira de reojo

Por otro lado, la decisión del Gobierno podría poner en un aprieto a Europa. El acuerdo comercial sellado entre el republicano y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a finales de julio en Escocia fija un arancel general máximo del 15% y lo hace a cambio de que la UE invierta hasta 600.000 millones de euros en el mercado estadounidense. Una partida en la que se incluiría financiación destinada a Defensa, así como a semiconductores e inteligencia artificial. Con su rechazo a los cazas fabricados en EEUU, Madrid ya ha abierto una brecha en tan delicado frente diplomático con Trump.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky