Estados Unidos vuelve a mirar con angustia al sur del país tras las catastróficas inundaciones que golpearon el estado de Texas entre el 4 y el 5 de julio. La crecida del río Guadalupe, desatada por lluvias torrenciales dejaron hasta 280 milímetros de agua en pocas horas, ha provocado al menos 120 muertos y 161 personas desaparecidas. En medio del desastre, el presidente Donald Trump y la primera dama, Melania, visitaron la zona cero en un intento de mostrar cercanía con los afectados. La gestión del Gobierno, sin embargo, no ha escapado a la crítica. Los expertos han señalado la falta de previsión y la debilidad del sistema de emergencias tras los recortes en agencias meteorológicas punteras. Trump, por su parte, rechazó cualquier fallo en los sistemas de alerta y defendió la respuesta federal. Mientras él se centraba en el mensaje político, Melania no pasó desapercibida con un look sobrio pero muy estudiado.