Con un pie en la economía internacional y los mercados, con otro en nuevos horizontes y las mayores chaladuras. Siempre dispuesto a bajar al barro informativo y apostando en contra de la corriente.

Desde hace días, los medios internacionales y los grupos pacifistas elucubran con que Estados Unidos ha transportado bombas termonucleares B61-12 a Reino Unido. El último indicio se ha conocido hoy cuando un carguero militar nuclear C-17 Globemaster III ha aterrizado por segunda vez en menos de diez días en la base británica Lakenheath, que albergó armamento atómico estadounidenses hasta 2008. La prensa británica y los grupos activistas creen que al menos 20 ojivas se encuentran en estos momentos en suelo británico. A las preguntas de la opinión pública, Londres ha respondido con silencio.

El domingo por la noche los negociadores de la Unión Europea y Estados Unidos parecían respirar aliviados —los primeros más que los segundos— tras el acuerdo comercial al que habían llegado ambas partes antes de la fecha límite del 1 de agosto. Pero a medida que han ido pasando las horas y se han podido analizar los términos del acuerdo, la balanza se decanta de todas, todas, hacia el lado de EEUU como claro ganador de un pacto en el que la Unión Europea parece haber claudicado de más por haber aceptado unas medidas que favorecen los intereses estadounidenses, pero no llegan a cumplir las expectativas de Europa. Ante tales críticas, el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, salió a defender este lunes que se trata del mejor acuerdo posible y que el objetivo era evitar las consecuencias de una guerra comercial con Washington.

Es el pacto de la industria audiovisual más importante de los últimos meses. Sin embargo, pocos de los actores detrás de este acuerdo tienen que ver con el sector. La Comisión Federal de las Comunicaciones (FCC, en inglés) ha autorizado a Paramount y Skydance fusionarse en una operación valorada en 8.000 millones de dólares (6.800 millones de euros). Este acuerdo, que podría parecer un trato convencional de una industria acostumbrada a estas uniones, involucra a presentadores, empresarios de Silicon Valley y al mismo presidente de Estados Unidos. Detrás, se encuentran un cruce de intereses, rivalidades políticas y la sombra del control de la prensa libre en el país más poderoso de Occidente.

Samsung ha acordado con Tesla producir la siguiente generación de chips de inteligencia artificial para la empresa de automóviles en la nueva planta de la compañía surcoreana en Taylor (Texas). El acuerdo valorado en 16.500 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros) y confirmado por Elon Musk en su cuenta de X representa el mayor contrato de Samsung. Como parte de la inversión de 40.000 millones de dólares (34.200 millones de euros) realizada por la multinacional asiática en EEUU, la fundición de Texas producirá chips AI6 (sexta generación) para alimentar las tecnologías de conducción autónoma y robots humanoides de Tesla.

Airbus ha comenzado las pruebas de vuelo de los helicópteros H160M Guépard. Estas aeronaves militares han sido encargadas por Francia como plataforma única para equipar las tres ramas de las Fuerzas Armadas: el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea y Espacial. París quiere jubilar cinco modelos distintos de helicópteros incorporando unos 170 guepardos. Airbus planea terminar las pruebas el año que viene y entregar las primeras unidades a Francia a partir de 2028. La apuesta del Ejército galo es tan alta que incluso España ha planteado adquirir estos helicópteros, junto con otros modelos de Airbus, para renovar sus vetustos Tigres.

Hace no mucho, el bitcoin generaba recelos entre los grandes inversores. Sin embargo, su popularidad ha subido como la espuma. La cripto es ahora uno de los activos más codiciados y está en cualquier cartera que se precie. Es más, se está propagando una tendencia que va más allá de comprar la criptomoneda a secas y que apuesta por acumular lo máximo posible. Cientos o miles de bitcoins, todo lo que los límites de la oferta y el mercado permitan. Estos compradores son conocidos como ballenas de bitcoin porque, como ocurre con el mamífero en el agua, sus movimientos pueden influir en todo el océano cripto. En algunos casos, su posicionamiento es tan agresivo que hay ballenas que están acumulando riesgos y que pueden acabar siendo muy tóxicas.

El mundo está armándose y los fabricantes militares no quieren perderse la oportunidad histórica. Este desarrollo bélico acelerado puede dejar a varios países en una posición de fuerza, entre los que se cuenta Suecia. El país escandinavo cuenta con una profunda tradición armamentista desde la Segunda Guerra Mundial. Mantuvo una estudiada neutralidad militar para mantener a raya a la Unión Soviética mientras desarrollaba una industria bélica autárquica. Décadas más tarde, Estocolmo quiere colocarse a la cabeza de las exportaciones militares ante el rearme mundial y la desconfianza creciente de los aliados. Para ello, tiene un producto estrella: el caza Saab 39 Gripen. Y un plan: ser la segunda opción de sus aliados.

El ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, Óscar López, planteó ayer un nuevo mecanismo para que los altos funcionarios accedan a trabajar en el Estado. En vez del actual sistema de oposiciones que suele consistir en exámenes y una evaluación de méritos profesionales, el Gobierno propone que los aspirantes realicen una prueba de acceso a un programa formativo de dos años equivalente a un máster. Una vez cursado dicho plan, los egresados se examinarían nuevamente en una suerte de Selectividad. El Estado escogería finalmente a quienes tuvieran las mejores notas.

El Ministerio para la Función Pública ha planteado un nuevo mecanismo para la selección de los altos funcionarios. En vez del tradicional sistema de oposiciones basado en exámenes y méritos acumulados en el currículum, el Gobierno plantea ahora crear un plan académico para los aspirantes a las categorías de A1 y A2, las más altas del Estado. Estas dos divisiones agrupan las profesiones que necesitan titulación universitaria y son las de mayor responsabilidad y mayores salarios de la Administración.

Los drones están revolucionando la guerra aérea moderna. Kiev consiguió barrer la mitad de la flota nuclear rusa en una operación de película el mes pasado utilizando estos vehículos no tripulados, escondidos en la parte superior de unos camiones. Las Fuerzas Armadas Ucranianas demostraron que unos aparatos de unos escasos miles de dólares producidos en pocos días pueden destruir aviones estratégicos de miles de millones construidos tras décadas de investigación. La Luftwaffe, la fuerza aérea germana, ha tomado nota del poder destructivo de estos sistemas y ha acordado con Airbus y Kratos Defense integrar los drones XQ-58A Valkyrie en el programa militar alemán. El objetivo es desarrollar "drones de ala" que funcionen por inteligencia artificial y puedan apoyar al piloto de una aeronave en sus operaciones.