
La Comisión Europea aprende de las lecciones extraídas de circunstancias extremas, como ha sido la pandemia del Covid o la invasión militar rusa de Ucrania, y lo refleja en su estructura para el próximo presupuesto comunitario. Bruselas plantea crear un mecanismo de crisis por el cual la UE podría ejecutar una emisión de deuda conjunta de hasta 395.000 millones de euros para hacer frente a circunstancias extremas.
"Se establecerá un nuevo mecanismo temporal y extraordinario para responder a las consecuencias de crisis graves, dificultades o graves amenazas que afecten a la Unión o a sus Estados miembro", plantea la Comisión Europea en la propuesta del próximo presupuesto comunitario, de 2028 a 2034 que presentó esta misma semana.
Este mecanismo de crisis se financiará con deuda hasta un máximo equivalente al 0,25?% de la Renta Nacional Bruta (GNI) de la UE, lo que se traduce, según sus cálculos de Bruselas, en 395.000 millones de euros. Esta cuantía se obtendrá de fuera del presupuesto comunitario, es decir, la UE accederá a esta financiación a través de la emisión de deuda conjunta en los mercados, emulando el mismo mecanismo que se puso en marcha con el plan de Recuperación de salida de la pandemia.
No obstante, la emisión de deuda se destinará a préstamos a los Estados miembro, no se concederán en forma de subvenciones directas a los Gobiernos. El objetivo de este mecanismo de crisis se limitará, exclusivamente, a dar respuesta a crisis de gran magnitud.
A través de este mecanismo será posible conceder préstamos a los Estados miembro respaldado por la deuda conjunta de la UE, únicamente durante el periodo del próximo presupuesto a largo plazo, indica el documento, es decir, el que se está negociando para el periodo 2028-2034.
La activación de este mecanismo requerirá del visto bueno de los veintisiete Estados miembro así como de la Eurocámara. El consejo de la UE, es decir, los veintisiete países, serán responsable de autorizar que la Comisión Europea se endeude en los mercados, también deberá dar el visto bueno al importe de los préstamos en función de lo que requieran las circunstancias.
"El próximo presupuesto a largo plazo debe estar preparado para responder rápida y eficazmente en caso de que se produzca una crisis importante. La aplicación de este instrumento de respuesta a las crisis garantizará el equilibrio institucional, entre otras cosas mediante la debida y adecuada participación del Parlamento Europeo", reza la propuesta presupuestaria del Ejecutivo comunitario.
El mecanismo, según han explicado fuentes comunitarias, se aplicaría en casos de desastres naturales como sequía, heladas o inundaciones, por ejemplo. Los últimos años también han demostrado que la frecuencia y gravedad de las crisis han aumentado. "La rigidez de la actual estructura presupuestaria restringió la respuesta de la Unión ante tales crisis" observa Bruselas en su propuesta presupuestaria. Por eso, este mecanismo de crisis pretende ser una "herramienta flexible" que permita a la UE responder a situaciones imprevistas.
El mecanismo tiene como referencia el plan de Recuperación de la pandemia, con unos 650.000 millones de euros disponibles para los Estados miembro cuyo plazo vence en 2026. También el mecanismo SURE, por el cual se financiaron los ERTE durante la crisis del Covid, que estaba dotado de 100.000 millones de euros. En ambos casos, la UE recurrió a los mercados a través de la emisión de deuda conjunta para captar tal financiación.
Otros 150.000 millones para proyectos
La Comisión Europea contempla otro mecanismo bautizado como Catalyst Europe que, en este caso, estaría dotado de hasta 150.000 millones de euros en préstamos. Se ha concebido para apoyar proyectos de interés común en ámbitos como innovación, defensa, salud, energía limpia y se financiaría mediante emisión de deuda comunitaria. En lugar de destinarse a países, como el mecanismo anticrisis se destinará a financiar proyectos estratégicos.