Reportero especializado en banca y finanzas. Antes, estuvo en la agencia internacional de noticias Reuters, donde cubrió empresas y mercados europeos, y en el periódico El País, dedicándose a temas económicos. Italiano, pero ciudadano del mundo.

El clima de incertidumbre global no frena al motor de Banco Santander. La entidad presidida por Ana Botín registró un beneficio atribuido de 6.833 millones de euros entre enero y junio, cerrando el mejor semestre de su historia. El resultado fue un 13% más alto que en el mismo periodo del año anterior, impulsado por unos ingresos por comisiones récord, que contrarrestaron una ligera caída en el margen de intereses, y menores costes y provisiones. Solo en el segundo trimestre, el beneficio fue de 3.431 millones, un 7% más, lo que marca un quinto récord trimestral consecutivo. No obstante, la acción en bolsa caía un 2% poco después de la apertura del mercado.

Nuevo relevo en el organigrama del Santander. El consejo del banco cántabro, a propuesta de la comisión de Nombramientos, ha aprobado este martes el nombramiento de Juan Olaizola como Chief Operating and Technology Officer (COTO, por sus siglas en inglés), en sustitución de Dirk Marzluf, con efectos a partir del 1 de septiembre y sujeto a las aprobaciones habituales, según apuntan fuentes financieras.

Unicaja seguirá su rumbo en solitario. Preguntado por si ve más margen de consolidación bancaria en el sistema bancario español y, concretamente, si ve complementariedad con Banco Sabadell, el consejero delegado de la entidad malagueña, Isidro Rubiales, fue tajante. "En nuestro mapa no está ningún escenario de participar en ninguna operación corporativa", afirmó este martes en la presentación de resultados semestrales del banco.

Unicaja obtuvo un beneficio neto de 338 millones de euros durante el primer semestre del año, lo que supone un aumento interanual del 15% y batir los 319 millones que proyectaba el consenso de Bloomberg. La entidad atribuye el empuje de la cuenta a la buena marcha comercial conseguida con las medidas implantadas de la mano del nuevo plan estratégico 2025-2027 y que elevan un 4% el volumen de negocio con clientes. Sus frutos le animan a mejorar hasta el 11% la rentabilidad proyectada para el actual ejercicio frente al 10% RoTE fijado a principios de año cuando presentó la nueva hoja de ruta.

Dentro de la transformación impulsada por Banco Sabadell en los últimos años, la entidad admite que no ha terminado de convertir su división de banca de inversión en el producto que desea. La compañía quiere crecer en operaciones como adquisiciones o emisiones de bonos en su nuevo plan estratégico trienal y para ello busca a un equipo de banqueros de inversión con el que hacer "todavía más rentable el negocio".

Tras más de un año con la opa de BBVA sobre la mesa, César González-Bueno (1960, Madrid) está viviendo un verano intenso. El Sabadell, el banco que pilota, acaba de presentar su nuevo plan estratégico trienal, en el que ha lucido el músculo financiero de su proyecto en solitario, con ambiciosas promesas de rentabilidad y dividendos. A la nueva hoja de ruta se sumarán la próxima semana dos juntas de accionistas clave para aprobar la venta de TSB y el macrodividendo de 2.500 millones relacionado; citas que pueden considerarse como un termómetro para medir el apoyo de sus propietarios ante la oferta no solicitada, a la que decidirán si acudir en septiembre. A la espera de ver su respuesta lanza una advertencia a los inversores: las sinergias han pasado a cero e integrar las plataformas de los dos bancos implicará una pérdida instantánea de 1.000 millones, impidiendo sacar el máximo partido de las cuentas de las entidades y contraviniendo así a la autonomía de gestión impuesta por la resolución del Gobierno.

Con una prima negativa que ya supera el 14,4% y al calor de una promesa de dividendos de 6.300 millones de euros hasta 2027, Banco Sabadell se ve fuerte a la hora de resistir la opa de BBVA. El consejero delegado de la entidad vallesana, César González-Bueno, que siempre se mostró convencido de la escasa probabilidad de éxito de la propuesta, fue este jueves tajante: "A estos precios es imposible que la opa salga". Más con unas sinergias que, a su juicio, son cero durante, como mínimo, tres años.

Banc Sabadell presenta el mejor primer semestre de su historia a las puertas del tramo decisivo de la opa de BBVA. Los esfuerzos comerciales de la entidad para ofrecer unas cuentas sólidas y un dividendo atractivo -1.300 millones a cuenta de los resultados de 2025- a sus accionistas como alternativa a la oferta de la entidad que preside Carlos Torres se tradujeron entre enero y junio en un beneficio de 975 millones de euros, un 23,3% más que los 791 millones cosechados en el mismo periodo del año anterior.

Banco Sabadell saca su músculo financiero a escasas semanas de que sus accionistas decidan si adherir o no a la oferta lanzada por BBVA. La entidad presidida por Josep Oliu prevé alcanzar una rentabilidad del 16% en 2027 y distribuir a sus dueños 6.300 millones de euros en tres años entre dividendos y recompras de acciones, más de un 40% del valor actual en bolsa, según el plan estratégico 2025-2027 presentado este jueves. La cantidad del premio comprometido con los inversores incluye el macrodividendo extraordinario de 2.500 millones por la venta de la filial británica TSB, sujeto a la aprobación de la junta del 6 de agosto.

Hasta el momento, el ambicioso proyecto de Bruselas de completar una unión bancaria europea contaba con dos embajadores: el presidente de BBVA, Carlos Torres, que hace casi 15 meses se lanzó en su segundo intento de fusión con Banco Sabadell, y el italiano Andrea Orcel, que con su asalto sobre Banco BPM dio el pistoletazo a un baile de adquisiciones destinado a rediseñar el tablero financiero transalpino. El anuncio de la retirada de UniCredit del martes cayó como un jarro de agua fría sobre los inversores que, a pesar de los numerosos obstáculos con los que la operación tropezó en el camino, esperaban su resolución antes de septiembre.