Banca y finanzas

Banco Sabadell casi triplicará el dividendo tras destinar 2.500 millones de la venta de TSB

  • El vallesano eleva desde 1.300 millones hasta 3.800 la remuneración al accionista para los próximos 12 meses 
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Banco Sabadell sigue engordando el premio para los accionistas en plena opa de BBVA. El vallesano elevó este martes la remuneración al accionariado para los próximos 12 meses hasta 3.800 millones de euros, tras acordar la venta de su filial británica TSB al Santander. La entidad presidida por Josep Oliu tenía prevista hasta el momento una remuneración de 1.300 millones para el periodo. Por tanto, con el nuevo importe puesto sobre la mesa, la cifra comprometida casi se triplicaría.

Con el capital generado con la venta de su negocio británico, el Sabadell pagará un dividendo extraordinario en efectivo de 50 céntimos por acción, equivalente a alrededor de 2.500 millones de euros, cuando se cierre la operación, previsiblemente en el primer trimestre del próximo año. Sumando esta cantidad a los 1.300 millones que la entidad tenía anteriormente comprometida con cargo a los resultados de este año, la cifra total para destinar al accionista alcanza los 3.800 millones.

Después del pago, la entidad dijo que seguirá manteniendo un nivel de capital por encima del 13%, que es el umbral a partir del cual reparte el capital excedente entre sus accionistas. A finales del primer trimestre se anotó una ratio de capital CET1 del 13,3%.

El Sabadell precisó que el dividendo no afectaría a la ecuación de canje propuesta de BBVA, ya que solo se ajustan los pagos realizados durante la vigencia de la transacción. Sin embargo, el engrosamiento del dividendo puede interpretarse como una maniobra defensiva en contra de la opa lanzada por BBVA hace casi catorce meses.

El vallesano es consciente de que los jueces finales de la transacción serán los accionistas. Ofrecerles más dinero sería una manera para intentar seducirlos y asegurarse su apoyo en el tramo final de una batalla que dura ya más de un año.

No es la primera vez que Sabadell apuesta por elevar la remuneración al accionariado para entorpecer los planes del vasco. De hecho, desde mayo del año pasado -cuando la entidad presidida por Carlos Torres se lanzó al ataque-, el vallesano ya había subido hasta tres veces la remuneración inicialmente prevista para el bienio 2024-2025.

El pasado julio, con ocasión de los resultados del primer semestre del 2024, el banco elevó desde 2.400 hasta 2.900 millones el compromiso bianual de retribución. Este incremento del 21% se produjo a raíz de unos resultados récord y mejoró el atractivo de Sabadell frente a la opa.

Pero esta subida era apenas el comienzo. El año pasado, Sabadell protagonizó un ejercicio de menos a más. Al registrar un resultado anual récord de 1.827 millones, un 37,1% más que en 2023, volvió a sacar su artillería y subió una vez más su compromiso de remuneración al accionista, hasta 3.300 millones. Y el primer trimestre de este año también fue meteórico, a pesar del entorno de la bajada de tipos.

La entidad ganó 489 millones y puso en el plato para el accionista otros 100 millones más. "Hemos generado más capital del que habíamos anunciado. Calculamos que la suma de dividendos y recompras de acciones de 2024 y 2025 sumará un total de 3.400 millones", explicó en mayo su consejero delegado, César González-Bueno.

La venta de TSB deberá ser aprobada en una junta de accionistas que el banco ha convocado para el 6 de agosto, cumpliendo así con el deber de pasividad al que está sometido por ser objeto de una opa. El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, destacó que esta operación favorece a los accionistas del banco, independientemente de la existencia de la opa, y aseguró que -si la junta general la aprueba- se llevará a cabo aunque la opa decaiga.

"Banco Sabadell es una entidad muy focalizada en nuestro país, con la mayor rentabilidad por dividendo de la banca española, con la mejor evolución bursátil de los últimos cuatro años y medio; con un gran futuro en solitario al servicio de nuestros clientes, y es fundamental para el equilibrio del sistema financiero español", agregó.

Una ficha más contra BBVA

La venta de TSB es sólo la última ficha que ha movido el Sabadell para obstaculizar el intento de BBVA de hacerse con él. El consejero delegado del banco opado, César González-Bueno, aprovechó la movilización del empresariado -sobre todo el catalán- en contra de la transacción para denunciar los riesgos que esta supone. El directivo reiteró que toda la sociedad se opone a la operación, al suponer una excesiva concentración en el mercado, hasta llegar a ser una amenaza para la financiación a las pymes, acostumbradas a recibir el crédito de cuatro-cinco proveedores financieros.

Otra jugada inesperada fue el retorno de la sede a Cataluña, anunciado en enero, siete años después de que el Sabadell la moviera a Alicante en pleno procés. Esta maniobra reforzó aún más los vínculos emocionales de la entidad con los empresarios catalanes, que podrían convencerse todavía más del valor del proyecto en solitario y votar en contra de la opa.

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