
UniCredit tira la toalla y el proyecto de una de las mayores fusiones bancarias en el Viejo Continente de los últimos años se va, de momento, al traste. El banco italiano ha comunicado este martes al cierre del mercado que retira su oferta de adquisición por el valor de 14.600 millones de euros sobre el rival nacional Banco BPM, después de que las condiciones impuestas por el Gobierno transalpino frustraran la transacción. El abandono de Orcel resuena con fuerza en un momento en el que la Unión Europea clama una unión bancaria europea y se produce, además, en plena opa de BBVA al Sabadell, una operación gemela que verá su desenlace a la vuelta del verano.
"El proceso de oferta se vio afectado por la cláusula Golden Power, invocada persistentemente por la dirección de BPM, lo que impidió a UniCredit interactuar con los accionistas de BPM como lo habría permitido un proceso de oferta normal. La dirección de BPM privó así a sus accionistas del diálogo que normalmente se produce durante un período de oferta para entender el valor creado por la combinación y determinar las condiciones que serían aceptables para seguir adelante", se lee en el comunicado remitido al regulador del mercado por la entidad presidida por Andrea Orcel para explicar las razones detrás de su decisión.
La retirada de la oferta llega en un momento inesperado. La transacción, que arrancó el pasado 28 de abril, iba a concluirse este mismo miércoles, aunque el regulador del mercado italiano, Consob, había anunciado este martes la suspensión de la operación durante 30 días, debido a que las disputas sobre las condiciones impuestas por el Ejecutivo dificultarían la decisión por parte de los accionistas de BPM. Consob ya había concedido a UniCredit una suspensión de 30 días después de que el Gobierno estableciera en abril sus condiciones para la transacción.
Por tanto, la operación iba a reanudarse el 22 de agosto, en plena temporada estival, pero UniCredit ha optado por dar marcha atrás. En el comunicado, el banco opante aclaró que celebra los "importantes avances logrados con el Tribunal Administrativo Regional, la Dirección General de Competencia de la Unión Europea y el Gobierno italiano", aunque considera que el plazo para una resolución definitiva de la cuestión Golden Power "se extiende mucho más allá de la fecha límite para nuestra oferta y la suspensión decidida hoy por Consob".
El banco no oculta la amargura por la decisión tomada: "Esta es una oportunidad perdida no solo para los interesados en BPM, sino también para la comunidad empresarial italiana y la economía en su conjunto. UniCredit sigue convencido de que la consolidación del sector bancario italiano beneficiaría tanto al país como a Europa en su conjunto", añadió la entidad.
Al ejercer el llamado Golden Power, un mecanismo que otorga la posibilidad de bloquear operaciones en sectores estratégicos para defender los intereses nacionales, el Gobierno de Giorgia Meloni impuso una serie de medidas detalladas a UniCredit. El Consejo de Ministros dio al banco italiano nueve meses para completar su salida de Rusia, donde ya había reducido sus actividades un 90% desde la invasión de Ucrania. Además, UniCredit tenía que mantener la cartera de financiación de proyectos de ambas entidades, así como el peso actual en los títulos de emisores italianos de las inversiones de Anima -la sociedad de gestión de activos recientemente adquirida por BPM-, y la actual relación entre préstamos y depósitos durante cinco años.
Unas condiciones tachadas de "muy duras" por parte del banco de Orcel, que recurrió el dictamen a los tribunales, acogido solo en parte, y que impulsaron a Bruselas a abrir un expediente para cuestionar la legitimidad de la intervención del Ejecutivo en la transacción, al igual que hizo con la opa lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell.
Un freno a la unión bancaria
El reciente intervencionismo de los Gobiernos en las transacciones bancarias está frustrando el ambicioso proyecto de la Unión Europea de completar una unión bancaria para facilitar la creación de gigantes financieros que puedan competir con los colosos americanos y asiáticos en condiciones más competitivas.
Tras la retirada de UniCredit, los inversores del sector bancario tendrán todas las miradas puestas sobre el desenlace de la otra gran operación en marcha: la saga BBVA-Sabadell. El vasco comunicó en la víspera que retrasará la apertura del canje al septiembre para poder incorporar en el folleto las cuentas semestrales y los resultados de las juntas de accionistas que el vallesano celebrará el 6 de agosto.