Periodista y escritor. Entre apocalípticos e integrados, lo mío es abordar el presente y el futuro del empleo con acento crítico y sin 'hype'.

El mercado laboral español tiene un problema casi tan preocupante como su tasa de desempleo y que guarda mucha relación con esta: la enorme tasa de rotación de los puestos de trabajo. Un total de 1,3 millones de ocupados se incorporaron a su actual empleo en los últimos tres meses, mientras que otros 1,1 millones abandonaron el suyo en el mismo plazo. Y aunque el saldo salga, en teoría, positivo para la creación de empleo, estos 2,4 millones de personas componen el rostro de una volatilidad que sigue arrastrando al 10,8% de los empleos en España, el mayor porcentaje de la Unión Europa y el único que supera el doble dígito.

Un 4% de los asalariados españoles está contratado por una empresa de trabajo temporal, lo que nos sitúa en la sexta posición de la Unión Europea, por detrás de Letonia (7,4%), Irlanda (6%), Eslovenia (5,9%), Eslovenia (5,7%) y Países Bajos (4,6%). Sin embargo, al analizar los datos por sectores, este ranking se ve alterado sustancialmente: para el grupo que conforman la industria, el porcentaje se dispara al 8,6%, el valor más alto entre los Veintisiete.

Las bajas de afiliación a la Seguridad Social por despido alcanzaron las 326.184 en los cuatro primeros meses del año, un 4,8% menos que en el mismo periodo del año anterior, en su primer retroceso desde que se aprobó la reforma laboral. Este descenso tiene una única causa: los despidos disciplinarios, que han caído un 9,4%. Se trata de una modalidad que no conlleva indemnización, pero que debe estar muy justificada. Sin embargo, representa un 51,8% del total de los ceses, lo que lleva a muchos expertos a considerar que se está utilizando como vía para el 'despido libre', una práctica que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha puesto en el centro de su ofensiva para impulsar una nueva reforma laboral.

El Ministerio de Trabajo y Economía Social ultima el diseño de la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo para 2025 y 2028 con el objetivo de consolidar la reforma de las políticas para encontrar trabajo a los desempleados que aprobó en 2023. Y aunque la norma sigue en el ojo del huracán por su lento, e incompleto, desarrollo en varios apartados, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, tiene motivos para el optimismo: la evaluación de la fase inicial arroja que la introducción de nuevos "servicios garantizados" puede casi duplicar la tasa de inserción de las personas con más dificultades para encontrar trabajo, del 28% al 51,4%: un incremento de 23,5 puntos que con los ajustes que se preparan podría crecer hasta duplicar la empleabilidad . El problema es que el 60% de los apuntados al paro parecen ignorar esa posibilidad.

En los últimos años, los llamamientos a relocalizar la producción han saltado de los discursos antiglobalización al centro de estrategias económicas de los principales estados europeos, España incluida. La pandemia y crisis como la crisis de suministros en 2021 han mostrado el riesgo que conlleva una excesiva dependencia de terceros países, como Vietnam, que repercute en variables como la inflación y el crecimiento del PIB. Pero el principal escollo sigue muy presente: ¿cómo competir con economías con costes laborales y de producción mucho más bajos, como Vietnam? En este escenario, las innovaciones en robots e inteligencia artificial empiezan a presentar una solución inesperada. ¿Y si una mayor automatización es la clave para recuperar los empleos perdidos en España al traer de vuelta las factorías?

El pasado mes de mayo se registraron 2.045.049 millones de altas de afiliación y otras 1.826.917 bajas al Régimen General, lo que equivale a una media de 97.383,29 y 86.996,05, respectivamente, por cada día laborable, según las estimaciones de la Seguridad Social. Unos datos que reflejan una volatilidad disparada del mercado laboral que no parece haberse reducido sustancialmente tras la reforma laboral. Aunque sí ha sufrido un cambio sustancial en su composición: por primera vez los asalariados indefinidos tienen más peso en la rotación que los temporales.

¿Cuánto está dispuesta una empresa a pagar para contratar a un trabajador? Según un análisis de Indeed, los salarios recogidos en las vacantes publicadas por los empleadores españoles hasta abril crecieron un 2,99% más respecto a hace un año. Un incremento notable que supera la inflación del 2,2% en ese periodo, pero queda por debajo de las subidas de los últimos años y se ve ya superadas por las que fijan los convenios colectivos, muy superiores al 3%. Una evolución que apunta a que, ante la negociación para cubrir un puesto de trabajo entre empleadores y candidatos, los segundos empiezan a perder poder.

Prácticamente todas las empresas tecnológicas del mundo se han centrado en desarrollar equipos e inversiones con las que desarrollar su propia IA o extender negocios al calor de esta revolución tecnológica. Sin embargo, mientras su llegada ha cristalizado en la promesa de mayores ingresos, rentabilidad y cambio de paradigma empresarial sin precedentes… el sector que está apostando tan fuertemente por ella está inmerso en una oleada de despedidos desde hace años que no remite. Una paradoja que parece tener más que ver con los errores del sector que con el impacto de la nueva tecnología en sus plantillas.