Periodista. Escribo sobre el presente y el futuro del empleo.

El debate sobre las dificultades para cubrir puestos de trabajo choca con una triste realidad estadística: las empresas españolas solo reconocían 148.091 vacantes en el segundo trimestre, lo que equivale a  0,9 vacantes por cada cien puestos de trabajo existentes en España. Sin embargo, en junio se registraron 1,7 millones de colocaciones en empresas. Esto implica que nueve de cada diez empleos provienen de la denominada 'oferta oculta' de empleo.

Hace unos días, el Banco de España llamaba sobre el dinamismo de los salarios en España en el último año, que está incluso superando con creces los incrementos pactados en la negociación colectiva. Pero repunte de los salarios no impide que la 'brecha' entre la remuneración salarial de los europeos y los españoles y sus vecinos de la UE haya seguido aumentando y se sitúe en máximos históricos, según el monitor de salarios elaborado por BBVA Research y Fedea. ¿El motivo? La mejora de las remuneraciones salariales en España desde la pandemia ha sido inferior a la de la media de los Veintisiete.  

Más de un año y medio después de la entrada en vigor de la reforma laboral, España sigue teniendo un grave problema con la estabilidad de sus puestos de trabajo frente al resto de Europa. Según los datos de Eurostat, 481.000 personas que tenían un empleo en el primer trimestre del año se habían convertido en parados en el segundo. Equivale a un 2,3% de los ocupados y nos sitúa como el país con más ceses de toda la Unión. Eso sin contar a los 405.000 trabajadores que pasaron directamente a la inactividad.

La creciente brecha entre la evolución de los sueldos que abonan las empresas y las subidas comprometidas en los convenios colectivos, especialmente los sectoriales, se ha convertido en uno de los fenómenos más llamativos del mercado laboral español durante el último año, y apunta a que el acuerdo alcanzado de mayo entre patronal y sindicatos en mayo se está quedando por detrás de la realidad de las compañías. El Banco de España ha analizado esta divergencia y apunta a una causa: los incrementos salariales "vinculados a los cambios de empleo".

Los datos del mercado laboral español del segundo trimestre sorprendieron con una fortaleza que, según confirma ahora Eurostat, parece ir más allá de las métricas convencionales sobre el desempleo. La estadística que mide la 'infrautilización' de la fuerza de trabajo en nuestro país, bajó por primera vez de los cinco millones de personas y de una tasa del 20%. Pero esta mejoría se concentra en la caída del paro registrado, la del resto de variables está siendo mucho más tibia e irregular.

El mercado laboral español vive un momento inédito en su historia, en el que la oferta de la mano de obra ha superado la demanda de trabajadores, según confirman el análisis del Banco de España, que estima que las dificultades para contratar ya impactan en la actividad del 38,7%% de las empresas, el máximo histórico. Sin embargo, estos mismos datos revelan que la última opción que se plantean ante tal tesitura es reducir los despidos, pese a que en el último año están batiendo un récord histórico.

El empleo en nuestro país está dando sorprendentes muestras de resistencia al enfriamiento propiciado por la 'triple pinza' entre incertidumbre, inflación e incremento de tipos de interés. Y lo hace, precisamente, en una de las variables consideradas como uno de los grandes lastres del competitividad del mercado laboral español frente el resto de Europa: los sueldos. Las empresas están incrementando un 5,95% interanual la oferta salarial para las nuevas contrataciones, el mayor repunte de la zona euro frente a la desaceleración que anota este indicador en la zona euro o Estados Unidos. Aunque este peculiar 'milagro español' empieza a dar síntomas de agotamiento.

España es el país con la menor ratio de ofertas de empleo por parado de toda la Unión Europea, apenas un 0,052, es decir 52 vacantes por cada 1000 personas que quieren trabajar y no pueden. El 29% de los empleos ofertados corresponde a las administraciones públicas, lo que supone uno de los umbrales más altos de la Unión Europea y dice mucho de las oportunidades laborales en el país europeo con la mayor tasa de desempleo.

Superar el periodo de prueba parece haberse vuelto más complicado que nunca para los trabajadores españoles. En los siete primeros meses del año la cifra de los que no lo lograron fue de 574.016, un 14,1% más que en el mismo periodo del año anterior, que a su vez ya marcó un récord histórico tras dispararse un 71% en tasa interanual. Las causas parecen apuntar a la reforma laboral, pero el análisis de los datos indica que, en realidad, la norma solo ha agravado una tendencia del mercado laboral iniciada al menos desde la Gran Recesión.