Aunque pueda sorprender, en medio de titulares de poca oferta de vivienda y cuellos de botella en la construcción, hay un país en la Unión Europea en el que la vivienda de obra nueva está creciendo mientras entre sus principales socios comunitarios las cifras pican hacia abajo. Se trata de España. El alza de precios forjado precisamente por la referida escasa oferta y una sólida demanda empujada por factores como la mejora de la economía, formación de más hogares unipersonales o la inmigración ha creado buenos motivos para ponerse a construir de nuevo tras más de una década de estío. Un impulso que no se está viendo en el resto de la UE, esperando los expertos un crecimiento cero del sector en el conjunto de la región para este año. Detrás de las mejores perspectivas de España, sin embargo, se esconde una dura realidad: la brecha se ha hecho tan grande en los últimos años que este nuevo brío se queda muy corto para el gran problema de acceso a la vivienda.

Redactor de economía y mercados. Doctor en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Un día vio 'La gran apuesta' y ya no hubo vuelta atrás.