Bolsa, mercados y cotizaciones

Los mejores fondos de inversión para cada destino en bolsa y renta fija

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En un momento en que los Exchange Traded Funds (ETF, por sus siglas en inglés) y los fondos indexados han inundado el universo de la inversión, la gestión activa reivindica su lugar preeminente. No lo tiene fácil, dado que el tirón de la bolsa norteamericana, espoleada por los grandes valores tecnológicos, ha hipnotizado en los últimos años a gran parte de los inversores, que encontraban una vía fácil de exposición a las Siete Magnificas en vehículos de bajo coste, grandes acaparadores de los flujos de capital de los últimos años. Los exigentes niveles de valoración a los que cotizaba la bolsa de EEUU no eran un impedimento para que los inversores siguieran buscando su particular El Dorado para intentar que su cartera brillara más.

La inteligencia artificial y los sectores vinculados, como el de los semiconductores, con Nvidia a la cabeza, ha sido una potente narrativa para atraer a numerosos inversores que no veían un techo en su crecimiento. Pero la firma china Deep Seek ha cambiado este paradigma. Y, aunque no represente aún una amenaza seria a los intereses de las grandes corporaciones tecnológicas norteamericanas, ha servido como señal de alerta de que su descomunal crecimiento en bolsa de los últimos años sí puede tener límites.

De hecho, el año pasado ya se observó cierto giro de los inversores hacia ETF vinculados al S&P 500 pero de manera equiponderada, en el que cada valor del índice tiene el mismo peso, para evitar la sobrexposición a las grandes tecnológicas.

Este poder de atracción que ha ejercido la bolsa norteamericana ha impedido ver las mejores oportunidades que se podían encontrar en otros destinos, como Europa y, más específicamente, en España, que se ha convertido en una de las grandes olvidadas en las carteras pese a su mayor potencial de revalorización, como se está comprobando ya este año. Los gestores activos de fondos no dejan de repetir que incluso en un universo inundado de ETF es posible encontrar mejores oportunidades de inversión. La clave es la selección adecuada de valores. Y en muchos casos, de destapa el valor que ofrecen para los inversores, como demostró el año pasado Okavango Delta, el fondo de bolsa española gestionado por José Ramón Iturriaga, que terminó muy por delante del Ibex.

Para ayudar a los inversores a identificar aquellos fondos que aplican una gestión diferenciada de sus índices de referencia, elEconomista.es lanzó hace varios años sus Ligas de la gestión activa, que se han convertido en una referencia para detectar aquellos vehículos que logran una revalorización mejor que sus competidores y no pocas veces mejor que sus benchmark.

Dos nuevas Ligas

Y en la revisión de este año, aparte de las Ligas de la bolsa española y de la renta variable global, se lanzan dos nuevas clasificaciones, una dedicada a la bolsa europea y otra a la renta fija, dado que muchos inversores españoles todavía destinan una parte importante de su patrimonio a activos de deuda. Un segmento en el que, pese a que aparentemente no se puede hacer otra cosa que comprar bonos y cobrar el cupón, se puede lograr un rendimiento elevado si los gestores construyen una cartera activa en función del momento de mercado y diversificando por tipos de activos, como deuda subordinada, de mercados emergentes o de alta rentabilidad (high yield).

En la Liga española, dado el número reducido de fondos que se pueden encontrar, en comparación con otras categorías, se han tenido en cuenta a la gran mayoría, aquellos con un active share igual o superior al 40%, según datos de Morningstar. Esto significa que tienen esa proporción de descorrelación del índice de referencia y que, por tanto, son más activos que los fondos indexados.

En general, aparte del active share (para cuyo cálculo Morningstar utiliza lo que denomina un proxy ETF y evitar el sesgo de numerosos fondos de figurar con un índice que puede no ser el más apropiado), los fondos presentes en las Ligas deben estar disponibles a la venta en España, con una clase dirigida al inversor minorista y denominada en euros. Se han excluido aquellos con un mínimo de inversión elevado y aquellas firmas poco conocidas por el inversor español y muy díficiles de encontrar en cualquier plataforma habitual de contratación.

Asimismo, ha tenido preferencia el fondo registrado en España a no ser que la versión de Luxemburgo sea más antigua, para no perder el histórico de rentabilidad. Tanto en bolsa europea como global se han tenido en cuenta las distintas subcategorías que usa Morningstar (por estilo de inversión, capitalización de las compañías) mientras que en renta fija se han considerado las de fondos diversificados y flexibles, al ser aquellas en las que el gestor tiene más libertad para seleccionar activos y duraciones de la cartera.

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