Archivo de junio, 2012

¿Otra línea de crédito para la deuda?

28 de junio de 2012

Estoy sorprendido, mejor dicho, gratamente sorprendido, porque después de varias semanas con cantos de sirena la prensa española parece que comienza a valorar la posibilidad de que el euro resulte dinamitado en los próximos días o semanas. Un cambio radical si lo comparamos con los titulares del pasado fin de semana, en los que el plan de crecimiento de 130.000 millones parecía como si fuera la salvación del planeta. Es obvio, como hemos repetido en elEconomista, que se trata de un programa a medio o largo plazo, que no servirá para calmar la inquietud de los mercados. Lo que se ventilará en los próximos días es si España logra que el BCE o la UE le ayuda a rebajar el coste de la deuda. Parece que Merkel sólo está dispuesta a dar ese paso, si Rajoy acepta otro rescate para la deuda soberana similar al de la banca. El debate estaría en si mandan a gobernar al páis a la temida Troika, la representación del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario y la Unión Europea. Rajoy se verá ante la tesitura de tener que aceptar otra línea de crédito, si quiere financiar la deuda a unos tipos de interés razonables. Esta vez espero que, al menos, tenga la decencia de llamarla por su nombre: rescate.

El nuevo ‘no’ de Merkel

26 de junio de 2012

¿Por qué la canciller alemana, Ángela Merkel, llegó a señalar ayer que no habrá eurobonos mientras ella viva? La posiblidad de emitir este tipo de deuda europea estaba recogida en un documento elaborado por la Comisión Europea, en el que se explicaba que era un proyecto «a medio o largo plazo». Por eso sorprendió la contundencia de la canciller. Y también porque la semana pasada ya dijo que no a dar ayuda directa a los bancos o a la utilización del fondo de rescate para la compra de deuda periférica. Demasiados noes seguidos. El de ayer está motivado porque el jueves el Parlamento alemán debe aprobar el pacto fiscal, que ella misma promovió en la pasada cumbre. Un rechazo de su propuesta pondría patas arriba el sistema económico europeo. Merkel se muestra tajante contra los eurobonos, porque sus paisanos los consideran una manera de pagar la factura de los holgazanes del sur de Europa. Su popularidad crece gracias a su férrea opinión en contra de abonar los gastos de los otros. Con elecciones en 2013, barrunto que la posición de la canciller se endurecerá en los próximos meses, en lugar de dulcificarse.

Bancos y ratings

26 de junio de 2012

Aparentemente es una contradicción, que la UE esté dispuesta a dar 100.000 millones para nuestros bancos y Moody’s rebaje su calificación a la de bono basura. La lógica anima a pensar que los bancos son más seguros que antes y, por tanto, Moody’s lo que debería es mejorar su rating. Esto, sin embargo, no funciona así. Moody’s baja la calificación porque al tener que pedir ayuda es un reconocimiento de que están cercanos a la insolvencia, con excepción de los tres grandes (Santander, BBVA y laCaixa). Del resto, aunque no precisen ayudas, deberán recurrir a ampliaciones, enajenaciones y futuros ingresos para cumplir con las provisiones. Pero hasta que no hayan reforzado su capital no lograrán una mejora de su calificación. Ni las agencias ni los mercados se fían ya de las promesas. Como se suele decir, una cosa es predicar y otra dar trigo. Dicho esto, creo que con excepción de las antiguas cajas, la banca de toda la vida está sana y saldrá adelante sin ayudas públicas. De todas maneras, el problema español está en su deuda pública, que no hay forma de bajar la prima de riesgo. Eso nos aboca a pagar estos intereses elevadísimos o acudir a un rescate. En el segundo caso, ocurriría lo mismo, nuestros ratings se hundirían, de manera que la financiación sería mucho más cara. Ese es el meollo de la cuestión que debería resolverse en las próximas semanas.

¿De fracaso en fracaso?

25 de junio de 2012

Los mercados no dan tregua. La bolsa perdió el 3,6 por ciento y la prima de riesgo volvió a superar los quinientos puntos pese a que el Gobierno lanzó las campanas al vuelo el viernes tras anunciarse un plan de crecimiento por 130.000 millones. Nuestros lectores conocen desde hace meses ese plan y saben, como los mercados, que se trata de un estímulo a largo plazo. Es dinero que requerirá presentar propuestas de infraestructuras concretas y su estudio y aprobación llevará tiempo, de manera que su efecto no será inmediato. Lo importante del viernes es que Merkel dio a España dos sonoros noes. Uno a comprar deuda a través del fondo de rescate y otro a dar la ayuda directamente a los bancos. Hoy se añade que la canciller no despeja si las ayudas a los bancos tendrán prevalencia de cobro frente al resto de la deuda emitida por el Tesoro. Un aspecto que penalizan los mercados. Guindos retrasó el plan unos días para presionar a Merkel, pero esta no parece dejarse impresionar. Desde luego no me alegro en absoluto de nuestros fracasos, pero sí pediría a nuestro gobierno un poquito más de humildad en llamar al pan pan y al vino vino. Vivimos al filo de la navaja, si Rajoy no presenta un plan creíble de recortes adicionales en las próximas semanas, la intervención total de la economía será inevitable. Esa es la realidad, y por mucho que se esconda, si tiene que ser, será y en ese momento el Gobierno tendrá que esconderse debajo las piedras porque habrá vuelto a engañar a su electorado. Para más Inri, Moodys amenaza con contraatacar con más bajadas de rating a la banca ante la ausencia de un calendario concreto de iniciativas.

El desafío permanente

19 de junio de 2012

El secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, aseguró ayer que la bajada del sueldo de los funcionarios es lo último que haría el Gobierno español, en claro desafío al Fondo Monetario Internacional, que recomendó esta medida como una de las España necesitará poner en marcha para cumplir sus objetivos de déficit. La palabras de Betetea llegan unos días después de que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijera durante el fin de semana que no iba a acatar las recetas del Fondo. Resulta incomprensible que con una prima de riesgo en niveles de intervención, lo que apunta a que, tarde o temprano, habrá que ir a pedir ayuda al FMI para nuestra deuda, lasprimeras autoridades se entretengan en un desafío permanente a la institución. En estos momentos, lo más prudente sería aceptar o, en última instancia, callarse. El Gobierno no aprende. Después de las ayudas a la banca, Rajoy presumió de imponer a Alemania un rescate menor, y se encontró con la bofetada de los mercados. Su posición sobre el FMI no contribuye más que a empeorar las cosas. Por favor, déjense de mirarse el ombligo, de pensar sólo en sus electores y concéntrense en defender al país, quizá nos fuera un poco mejor.

Victoria para el euro y… para Merkel

17 de junio de 2012

Los primeros resultados de las elecciones griegas apunta a una victoria de la derecha de Nueva Democracia, uno de los partidos firmantes del ajuste impuesto a Grecia por la Unión Europea, el Fondo Moentario y el Banco Central Europeo. Lo lógico es que en los próximos días u horas logre un gobierno, que renegocie alargar el ajuste, y Grecia siga en el euro. Si después de cinco años de dura recesión y de pobreza, los ciudadanos griegos se han decantado por dar un voto de confianza al euro, ello debe ser interpretado como una lección para los agoreros que auguran un ruptura de la moneda única. No sé cómo se comportará el lunes la prima de riesgo (según el Gobierno debería bajar ya que atribuye buena parte a los ataques a la moneda única), pero si sé que tenemos euros para unos años más. Eso sí, la victoria es sobre todo para Merkel, que logra imponer su mensaje de que la moneda pervivirá en cuanto se apliquen las políticas de ajuste que predica. Que nadie espera que vaya a relajar un ápice sus exigencias.

El ‘no’ alemán

14 de junio de 2012

La canciller alemana, Ángela Merkel, advirtió ayer ante el Parlmento de su país que «el poder de Alemania no es infinito». La manifestación fue interpretada como una contestación a la permanente petición del presidente español, Mariano Rajoy, para que se adopten los eurobonos y se compre deuda. ¿Merkel no quiere apoyar o no puede? Para entender su respuesta, es necesario analizar la situación interna por la que pasa. Tiene una fuerte oposición dentro de su partido a dar más dinero al Sur, su socio de coalición de Gobierno, los liberales, es partidario de irse del euro y tropieza con la fiera oposición del Bundesbank a que se inyecte más dinero en la Eurozona. En estas circunstancias, si Grecia cae el próximo domingo porque gane la ultraizquierda, el euro estará en graves aprietos. Si triunfa la derecha y se mantienen los compromisos de Grecia, serán esenciales las decisiones que se tomen en la cumbre prevista a final de mes. El inmovilismo de Merkel es un mal augurio para España, que mantendrá elevada su prima de riesgo, y se verá abocada a pedir más dinero para financiar la deuda pública a partir de otoño.

El rescate de España no funciona

13 de junio de 2012

Una fuente próxima al gobierno francés lo reconoció ayer abiertamente: «el rescate a España no funciona». Y así es. Los mercados se percataron de ello en segundos. La factura la pagará, al final, el Estado y, por tanto, la reticencia a comprar bonos públicos españoles es enorme. En los últimos días se abrió otra incógnita, la posibilidad de que la UE limite la compra de bonos nacionales a las entidades financieras que requieran ayuda, lo que agravaría la crisis. En estos momentos, los únicos compradores de títulos del Tesoro son los bancos. Quizá hemos salvado a la banca, pero no al resto del Estado. Para más Inri, el núcleo duro de Alemania, Finlandia y Holanda quiere que la ayuda bancaria la facilite el Mecanismo de Estabilidad Financiera (ESM), para que tenga prioridad de cobro, lo que dejará sin compradores a los bonos públicos. Un círculo del que cada día que pasa es más complicado salir. Rajoy lleva razón, la única manera es utilizar el Banco Central Europeo para inyectar dinero en el sistema y activar la adquisición de deuda. Pero Merkel tampoco quiere eso. El tiempo se está acabando y la canciller ni siquiera es consciente de ello.

Paciencia

11 de junio de 2012

Los que creían que con el acuerdo para rescatar a los bancos se acabarían los problemas se equivocaron. Lo peor es que uno de ellos fue el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y otro su ministro de Economía, Luis de Guindos. Veamos porqué. Como explicamos en elSuperlunes de elEconomista, el compromiso incrementará el porcentaje de deuda estatal en relación al PIB hasta casi el 90 por ciento, frente a cerca del 80 por ciento actual. Desde ese punto de vista no existe incentivo para los compradores, que adquieren títulos de un país aún más endeudado. Además, no está claro si el dinero lo desembolsará el Fondo de Estabilidad Financiera (EFSF) o el nuevo Mecanismo de Estabilidad Monetaria (MEDE). Este último, que entra en vigor el 1 de julio, tiene carácter de senior, que significa que su deuda es prioritaria sobre el resto. Es decir, que en caso de quiebra es la primera que debe ser reembolsada. Ello coloca a la deuda emitida por el Tesoro como secundaria y ello explica que el mercado exija el pago de un mayor interés por su colocación. Existen, además, otras incertidumbres, como son el hecho de que países como Holanda que exigen que el rescate lo apruebe su parlamento ó la exigencia de ajustes adicionales por parte de la economía española, que en caso de incumplimiento acabarían con la línea de crédito. En última instancia, en todos los países rescatados se incrementó su prima de riesgo. ¿Por qué España iba a ser diferente? Creo que hay que armarse de paciencia y en la medida que se despejen todas estas dudas y se vayan cumpliendo los objetivos, la prima de riesgo volverá a cotizar a precios razonables. Paciencia

Un buen acuerdo de rescate

10 de junio de 2012

Una vez conocido con más detalle el rescate blando de España, creo que se puede decir tranquilamente que se trata del mejor acuerdo posible. La UE y el FMI han hecho una excepción con nuestro país, ya que en otros casos se ha ido a la intervención directa. El acuerdo supondrá, por supuesto, una fuerte supervisión de los ajustes económicos tanto en las autonomías como en los recortes del Estado. Además, Europa impondrá una severa recapitalización al sistema financiero, de manera que haya entidades obligadas a cerrar y otras que tengan que asumir fuertes pérdidas por parte de sus accionistas o de los poseedores de deuda como las preferentes. La clave del éxito o del fracaso final estará en si el acuerdo logra o no bajar la prima de riesgo para refinanciar nuestra deuda. En resumen, España logra unas condiciones excepcionales que permiten a Rajoy salvar la cara… de momento.