Desde el burladero

Iba a escribir un blog sobre el déficit público y las técnicas que hemos utilizado para conseguirlo, pero en lugar de ello creo que me voy a limitar darles las gracias a todos, lectores del elEconomista, por estos siete años de apoyo, que han permitido a este medio económico convertirse en este corto espacio de tiempo en el líder en y el primero de Europa. Prometemos mantener nuestra independencia y escuchar la voz de la calle para seguir siendo merecederos de su atención. Un brindis por todos ustedes.

El castigo de los italianos a la coalición que lidera Mario Monti representa una dura lección para Merkel y sus tesis de austeridad, pero sobre todo es una lección para los demócratas. No se puede quitar a un primer ministro (Berlusconi) para poner a un tecnócrata (Monti) sin pasar por las urnas, por mucho que el primero sea un desastre. En democracria, es necesario disolver el parlamento y convocar elecciones para cambiar un Gobierno. Más grave aún es el éxito de Grillo, un cómico que desproticando contra todo y contra todos logra  un tercio de los votos. Es la prueba del creciente descontento de los ciudadanos ante la política de los grandes formaciones políticas, atricheradas en sus privilegios. Italia es una lección para la zona euro, lo malo es que el rechazo a la austeridad puede provocar una nueva revuelta en los mercados, que frene la incipiente recuperación en marcha.

Ahora resulta que los viajes de Bárcenas a Canadá no eran para esquiar desde las cumbres más elevadas, sino para administrar su fortuna, que ronda los 50 millones de dólares, según las informaciones publicadas por elEconomistas procedentes de la Fiscalía. Esto prueba que mientras los ciudadanos pagábamos impuestos al Gobierno del PP en la anterior legislatura, la red montada presuntamente por Bárcenas funcionaba a pleno rendimiento al margen del Fisco. ¿Si Bárcenas recaudó 50 kilos, cuantó pudo repartir entre los demás? Esta es la pregunta que ronda en la cabeza del juez Pablo Ruz, que investiga el caso. Vergonzoso

Rajoy realizó ayer un discurso ponderado, en el que se mostró realista con respecto a la situación de la economía española, sobre la que reconoció que está en un mal momento y que no existen «brotes verdes ni primaverales». Además, anunció medidas para movilizar 45.000 millones en créditos para las pequeñas empresas y los autónomos, el principal problema que tiene el país. Si, además, pone en marcha de una vez la reforma de la administración, España puede empezar a ver pronto los resultados. La pena es que los escándalos de corrupción, sobre los que pasó por encima, sobre todo los de su propio partido, sean un lastre para recuperar la confianza internacional en nuestro país. La música suena bien, ahora veremos cómo se aplica la letra. No es la primera vez que todo este dinero, se pierde en las redes burocráticas y no llega a las empresas.

La reforma local presetanda ayer por el Gobierno es el primer paso para reducir el tamaño de las administraciones públicas, ahora falta la de las autonomías. Se limitan sus funciones y se les somete a la auditoría del Estado con el fin de controlar su gasto disparado. No sé porqué hemos tardado tanto en tomar la decisión. Quizá se ha perdido el tiempo intentando pactar con Rubalcaba. Existen aspectos, sin embargo, en los que se queda corta. Reducir el sueldo de los concejales a cero en el 80 por ciento de los casos sin recortar su número, puede generar más corrupción. Además, se mantienen las diputaciones, unos entres obsoletos con el gasto disparado en altos cargos, que son una perfecta tapadera para eludir la fusión entre pequeños municipios. Podíamos aprovechar para rematar de una vez el asunto.

El líder del PSOE gana algo menos de la mitad de Rajoy, antes de que fuera presidente del Gobierno. En opinión de Rubalcaba, el dato apuntaría a que el PP obtenía fondos extraordinarios. Sin embargo, eso es un sinsentido, ya que se trata de dinero declarado. Zapatero incrementó el 50 por ciento la subvención para todos los partidos políticos y naturalmente no iba a excluir al suyo. El análisis estará incompleto hasta que conozcamos la cuentas del PSOE como hemos conocido las del PP. A priori caben dos explicaciones, que el PP legalizara los sobresueldos que daba a sus directivos, lo que explicaría su abultado sueldo, y la segunda -y mucho más probable- que sea un partido mucho mejor gestionado y con menos empleados, lo que permite retribuir más a sus cuadros. Lo demás es demagogia.

El primer síntoma de que los escándalos de corrupción están dejando tocado al PP, es que el Gobierno haya decidido que el Congreso tramite la dación en pago. Por una parte, se intenta sanear el sistema financiero y, por otra, se le quiere obligar a asumir un coste, el de anular la hipoteca a cambio de la vivienda, que puede acarrearle serias pérdidas. La jugada parece un tanto contradictoria, sino es porque desde el punto de visto político es enormemento popular. Es decir, que la dación en pago podría devolver cotas de popularidad al Gobierno y al PP, que éste ha perdido debido a las subida de impuestos y a escándalos varios. De todas formas, quizá no está mal que, por una vez, los bancos asuman algo del coste de la crisis después de haber recibido ingentes ayudas del bolsillo de todos los ciudadanos.

La ministra de Sanidad, Ana Mato, debería presentar su dimisión según las revelaciones hechas por elEconomista. Abanderó el código ético del PP, en el que no sólo se prohibía tajantemente la recepción de regalos, sino que se decía claramente que debería marcharse del PP cualquier cuya actuación, aunque fuera legal, pudiera perjudicar a la imagen del partido político. Mato dice que tiene las facturas de las fiestas de los niños, supuestamente financiadas por Gürtel, pero no las muestra. Sólo lo hará ante un juez y claro como la causa está abierta sólo contra su marido es difícil que un magistrado se las pida. La Fiscalía Anticorrupción debería abrir un procedimiento a instancia propia. Pero si muchos jueces no son capaces de investigar a los partidos políticos por las presiones que sufren, imagínense quién se atreve con una ministra.

El camino que ha elegido el PP y los miembros de su Gobierno de querellarse contra todo lo que se mueva, incluido los medios de comunciación que recogemos la información, en la inmensa mayoría facilitadapor los jueces, les conducirá al desastre. En estos últimos meses, se ha demostrado que no funciona la administración niel Gobierno ni las instituciones. Lo poco que aún  funciona de la sociedad civil somos los medios de comunicación, que seguimos denunciando las corruptelas pese a las presiones y la crisis que nos asola. Querellarse contra todo el medio que se mueva es una torpeza que va directamente contra la línea de flotación de nuestra democracia. Es tan impresentable como empeñarse en seguir sosteniendo a la ministra de Sanidad, después de que un informe judicial apuntase a que pagaba las fiestas de cumpleaños de sus hijos presuntamente con dinero de la Gürtel.  No me extraña que la credibilidad de los políticos y… del Gobierno esté por los suelos.