Desde el burladero

El PP denunció con saña el uso del Falco por Zapatero para la campaña electoral. Pero el asunto se ha vuelto contra él, porque resulta que Rajoy también lo utilizó para fines similares cuando estaba en el Gobierno. El PP responsabiliza al Gobierno de los cuatro millones de parados, pero luego no se atreve a hacer públicas sus medidas para solucionar el desempleo. Rajoy tiene todo a favor para ganar las elecciones, pero si no cuida estas pequeñas contradicciones puede acabar como en el debate del Estado de la nación, que el campeón sea Zapatero.

El presidente lo tiene todo pensado. Después de ganar a Rajoy el debate del Estado de la Nación prepara una nueva foto con sindicatos y patronal de cara a las elecciones de junio. A estas alturas, nadie cree que se vaya a acometer una reforma seria del mercado laboral. Se tratará de otra de esos cambios descafeinados a los que no tiene acostumbrados. Pero lo importante es venderlo bien en los medios afines al Ejecutivo para luego contabilizarlo en votos en las Europeas. Desde luego, si Rajoy pierde estas elecciones es para que se vaya a su casa de una vez.

El paquete de medidas fiscales anunciadas ayer por Zapatero constituye un pupurri de propuestas que va contra las clases medias, a la que suprime las deducciones por vivienda, y no ofrece medidas de estímulo para impulsar la economía. Ádemás, echa más leña el fuego del gasto, con 25.000 millones para la economía verde y para las infraestructuras. En definitiva, otro tiro errado, que nos lleva a despilfarrar y poco más.