Desde el burladero

La Caixa ensaya una jugada maestra en Portugal, que si le sale bien le convertirá en el primer banco del país vecino. El martes anunció una opa para hacerse con la mayoría del luso BPI, la cuarta entidad financiera portuguesa, también presente en Angola. A su vez, el banco portugués presentará una oferta por Novo Banco, el antiguo Espirito Santo. Si la operación saliera adelante, la jugada sería redonda, ya que por un precio módico sería en número uno portugués. Además, lo lograría a un precio módico, ya que la compra del Novo Banco recaería sobre los accionistas de la entidad portuguesa. El inconveniente, claro es que Totta, del banco de Santander, también puja por la entidad portuguesa. Se vislumbra ya el cambio de ciclo. Las entidades comienzan a tomar posiciones para el crecimiento que se avecina en los próximos años.

La reunión entre Grecia y el Eurogrupo acabó ayer como el rosario de la aurora, es decir en un absoluto deseentendimiento. Es comprensible que el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se niegue a modificar un ápice de su programa en vísperas del acto de investidura en el Parlamento griego. ¿Cuanto habrían durado sus promesas? Unas semanas. Lo habitual es que la cuerda se tense hasta el último momento. Grecia tiene hasta final de mes para alcanzar un compromiso, aunque en realidad los expertos dicen que el plazo expira el viernes para dar tiempo a los trámites. Supongo que habrá que olvidarse de estos plazos, porque no veo posible que en una semana cambien de manera radical dos posiciones tan diferentes. La semana pasada tuve la oportunidad de estar con varios dirigentes alemanes, entre ellos el presidente de la patronal, y todos se mostraban unánimes en que Grecia debe cumplir con los objetivos de déficit o salir del euro. La única alternativa que tiene Tsipras es cambiar su programa para darle un toque social a cambio de acometer otros ajustes. Cualquier vía distinta conducirá fuera de la moneda común.

El secretario general del PSEO, Pedro Sánchez, despidió ayer al de la federación madrileña, Tomás Gómez, porque en las encuestas internas que maneja el partido obtenía unos resultados pésimos de cara a las elecciones autonómicas de este año. El efecto ‘Podemos’ se cobra así su primera víctima. El problema es que el mensaje de división interna entre los socialistas se acentúa, con lo que puede causar en el electorado un daño mayor que la reparación que desea realizar. Sánchez sabe que se juega su liderazgo en las próximas elecciones autonómicas y no le va a temblar el pulso en quitarse de enmedio a quien vea que no sale en la foto para gobernar. Si Sánchez sale debilitad de los próximos comicios, Susana Díez tendrá todas las papeletas para ganar las primarias y concurrir como candidata a las presidenciales de noviembre. Sánchez se sienta, en realidad, sobre un volcán en plena erupción que puede quemarle las manos y los pies en cualquier momento. Por eso comienza a aplicar el manual de supervivencia.

Los particulares que van a la opv de Aena se han dado un buen susto. El precio de 58 euros es el máximo posible, con un descuento de apenas del 5 por ciento sobre sus comparables del sector. Si la situación griega se complica, puede ser que entren en pérdidas en cualquier momento, aunque es cierto que se trata de una compañía con unos sólidos beneficios, que la cotización acabará reflejando tarde o temprano. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el jefe de la Oficina Presupuestaria, Álvaro Nadal, han ganado el pulso a Fomento y Economía, partidarios de dejar mayor recorrido a la empresa aeroportuaria, con un precio de salida inferior. Probablemente, el temor a que se acuse al Estado de malvender la empresa haya pesado en la decisión final teniendo en cuenta que estamos en vísperas de una carrera de comicios. El problema de ir al precio máximo expulsó, además, a las Ferrovial y los March, con lo que la compañía quedará completamente en manos de la gestión pública. Y lo peor, quedará a merced del criterio del Gobierno de turno. ¿Se imaginan que llega Podemos?

La canciller alemana Ángel Merkel no sólo no ha recibido al nuevo primer griegos, Alexis Tsipras, sino que además le exige claramente que cumpla con las reformas para cumplir con el déficit en un documento que este viernes le entregará su ministro de Finanzas, Wolfang Schauble. El presidente del BCE, Mario Draghi, también dio un revolcón a la pretensiones del ministro de Financia, Yanis Varoufakis, de reestructurar la deuda. Grecia va de negativa en negativa. Tsipras quería ganar las elecciones, lo consiguió y ahora hará lo que hace todo gobernante, retrasará sus reformas hasta que mejore la economía y si no mejora, tendrá que explicar a su electorado porque no cumplió con sus promesas. Pero eso será dentro de cuatro año y queda mucho tiempo por delante.

Grecia parece que va entendiendo el mensaje. Su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, ha pasado de amenazar con no respetar la Troika y no pagar la deuda a proponer bonos perpetuos y ligados al crecimiento para hacer frente a sus compromisos. Es decir, se ha olvidado, esperemos que para siempre, de no hacer frente a los  vencimientos de deuda griega y de la quita que propuso bajo los efluvios del éxito electoral. ¡Mucho mejor así! El Podemos griego no es lo que parecía, al final tendrá que acatar las condiciones como todos los demás, y esperar a que la economía mejore para comenzar a levantar los ajustes. Lo contrario, hubiera dado una señal al resto de Europa de caos e indisciplina y hubiera puesto en riesgo el euro. Ahoro, sólo cabe esperar que Varoufakis no vuelva a cambiar de opinión. Tsipras está resultando ser mucho más sensato de lo que parecía.