Archivo de enero, 2010

Reacción a destiempo

30 de enero de 2010

El Gobierno de Zapatero, por fin, comienza a hacer los deberes. El recorte del gasto público y el incremento de la edad de jubilaciòn a los 67 son dos de las reformas necesarias para garantizar la viabilidad del sistema. Ahora sólo queda que se aplique esta reducción del gasto, ya que no está claro de donde saldrá, y que las propuestas recogidas en la reforma laboral vayan en la dirección de crear un contrato de trabajo más flexible, con una indemnización ligada al tiempo de permanencia en el puesto. Está bien que el Gobierno reaccione, aunque sea tarde. La pena es que haya tenido que verle las orejas al lobo. El temor a los 5 millones de parados y a una rebaja de la calificación de la deuda han sido decisivos.

Respeto a lo pro nuclear

28 de enero de 2010

Los medios de comunicación llenamos páginas y páginas sobre lo antinuclear y eso está bién. Pero olvidamos con demasiada frecuencia que también existen muchas personas que apoyan este tipo de energía. La ubicación del cementerio nuclear ha servido para sacar a la palestra a esas muchas personas que no les importa convivir con una central nuclear o un cementerio (ahora llamado almacén) nuclear. Y menos aún en tiempos de crisis, en los que llevar el pan a casa exige sacrificios mayores o a veces no es posible. Si la energía nuclear es segura, como lo es, también es necesario respetar la opinión de estas personas.

La historia interminable

25 de enero de 2010

Después de la nueva ley de expropiaciones del venezolano Chavez y de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al boliviano Evo Morales le ha faltado tiempo para seguir sus pasos. Ayer anunció la nacionalización del sistema privado de pensiones. El chavismo se extiende como una plaga por América Latina. El patroncito volverá a ser el Estado, hasta que llege otro presidente que emprenda privatizaciones y el siguiento vuelva a nacionalizar. Es como la historia interminable.

La soledad de Campa

19 de enero de 2010

Se veía venir. El flamante secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, educado en Estados Unidos, profesor del IESE, se ha cansado de ser ninguneado por la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, que no tiene idea de la materia. Lo peor es que la política económica, como ocurre con la laboral, se dicta desde Moncloa y los ministerios han pasado a un segundo plano. Se les consulta, pero apenas se tienen en cuenta sus opiniones. El fichaje de Campa no ha servido más que para dar lustre. Para más Inri, a veces tenía que decir cosas que no pensaba. No me extraja que éste aproveche la presidencia de la UE para hacer contactos y después anuncie su despedida.

La inmodestia del presidente

9 de enero de 2010

El gobierno de España ya encabeza la presidencia europea. La inauguración se celebró anoche en un acto discreto que contó con una amplia representación del mundo cultural, político y económico. Bueno, de este último no tanto. Faltaron lo grandes empresarios, con excepción del presidente de El Corte Inglés, Isidoro Alvarez. Lo cierto es que Zapatero ha acertado en el acto de inauguración, que fue breve, aunque comenzara con casi una hora de retraso, y no se alargó en discursos pomposos y soporíferos. Sólo los presidentes saliente y entrante, el sueco Bildt, y Zapatero, respectivamente, dijeron unas palabras.
El espectáculo, a cargo de Tamara Rojo y María Pagés, ha recibido muchas críticas, pero que a mi me gustó porque representó las dos almas de la presidencia española. El baile refinado e internacional de Tamara Rojo y el popular y hondo español de María Pagés. Un cóctel que puede resultar explosivo. Ya veremos.
Por lo demás, Zapatero sigue empeñado en querer liderarlo todo, cuando no es capaz de arreglar las cosas en su país. Primero hay que ganarse el respeto en casa, para luego poder conseguir el de fuera. Ello explica que Financial Times y The Economist lo hayan crucificado esta semana. ¡Un poco de modestia, presidente! Nos irá a todos mejor.