La inmodestia del presidente

El gobierno de España ya encabeza la presidencia europea. La inauguración se celebró anoche en un acto discreto que contó con una amplia representación del mundo cultural, político y económico. Bueno, de este último no tanto. Faltaron lo grandes empresarios, con excepción del presidente de El Corte Inglés, Isidoro Alvarez. Lo cierto es que Zapatero ha acertado en el acto de inauguración, que fue breve, aunque comenzara con casi una hora de retraso, y no se alargó en discursos pomposos y soporíferos. Sólo los presidentes saliente y entrante, el sueco Bildt, y Zapatero, respectivamente, dijeron unas palabras.
El espectáculo, a cargo de Tamara Rojo y María Pagés, ha recibido muchas críticas, pero que a mi me gustó porque representó las dos almas de la presidencia española. El baile refinado e internacional de Tamara Rojo y el popular y hondo español de María Pagés. Un cóctel que puede resultar explosivo. Ya veremos.
Por lo demás, Zapatero sigue empeñado en querer liderarlo todo, cuando no es capaz de arreglar las cosas en su país. Primero hay que ganarse el respeto en casa, para luego poder conseguir el de fuera. Ello explica que Financial Times y The Economist lo hayan crucificado esta semana. ¡Un poco de modestia, presidente! Nos irá a todos mejor.

Los comentarios están cerrados.