A todos los gobiernos hay que darles un margen de confianza. Pero la primera impresión es que Zapatero ha nombrado un gobierno para combatir la crisis falto de experiencia en estas lides, todo lo contrario de lo que hizo Obama en Estados Unidos. Elena Salgado es Licenciada en Económicas e Ingeniera industrial, pero carece de la talla suficiente para dirigir la política económica de este país, y menos aún en las circunstancias excepcionales por las que atravesamos. El nombramiento de Trinidad Jiménez al frente de Sanidad más bien parece una concesión a la cuota (femenina), dado su absoluto desconocimiento de este asunto. La nueva ministra de Cultura, Angeles González Sinde, parece una concesión a los defensores del cobro del canon digita, ya que en público se ha mostrado contraria a la banda ancha en internet en un Gobierno que quiere hacer de la I+D una de sus banderas. El nuevo ministro de Fomento José Blanco tendrá que empezar por aprender a interpretar el balance de una empresa constructora. Sólo el ex presidente andaluz, Manuel Chaves, parece elegido para un cargo que le viene como anillo al dedo, con gran ascendencia en materia autonómica y con la autoridad añadida que le otorga ser el presidente del PSOE. Eso sí, su experiencia económica es limitada.