Desde el burladero

Por si había alguna duda, Zapatero lo dejó claro ayer durante su viaje a China. Si es necesario se harán transferencias a los nacionalistas vascos para conseguir su apoyo en los Presupuestos. Primero se dispone a saltarse la Constitución para que el Estatut se aplique tal cual en Cataluña y ahora ofrece más transferencias a los vascos. Es vergonzoso, que todos los años haya que sacar los Presupuestos adelante mediante dádivas al partido nacionalista de turno. Como en esta ocasión, CiU debe de distanciarse de los socialistas por motivos electorales, el apoyo habrá que buscarlo en el resto. Al final ocurre lo que ocurre, que el Partido de turno apoya los Presupuestos no porque sean los mejores para gobernar, sino porque obtiene una mayor tajada a cambio. O sea, que por una lado nos vende austeridad en las cuentas de los ministerios -todo eso de que el gasto vuelve a niveles de hace seis años- y por otro lo derrocha con las autonomías. La otr cuestión es ¿qué queda por transferir al País Vasco? El Ejército, la política antiterrorista, una parte del INEM, la Seguridad Social y poco más. ¿A cual de estas se estaría refiriendo Zapatero? Espero que no rompa la caja única de la Seguridad Social para contentar al PNV, una de las pocas cosas que queda por descentralizar.

Las numerosas citas que tiene por delante Zapatero le impiden acometer reformas. Este mes de septiembre tiene que hacer frente a las primarias en Madrid y a la huelga general, en otoño-invierno elecciones catalanas, y antes de ello lograr el apoyo de algún grupo político de la Cámara para aprobar los presupuestos. Una auténtica carrera de obstáculos. Con tanto impedimento, el impulso reformista se pierde. Las reformas son impopulares y el presidente no puede permitírselo en estos momentos. Se juega el cuello.

El tratamiento que ha dado hoy la prensa a la llegada de la señora Obama a España me recuerda al de un país suramericano en la visita del ‘patrón’ americano. Está en la primera página de todos los periódicos, rodeada de guardaespaldas con gafas oscuras y coches todoterreno. ¿No me digan que no se parece a un país bananero? De cualquier manera, muestra que este país está hecho para el turismo y no para la I+D, por mucho que se empeñe Zapatero.