Archivo de noviembre, 2010

Votar con el bolsillo

30 de noviembre de 2010

No soy un experto en política. Pero estos días leo en los periódicos que CiU ha ganado al PSC en los distritos obreros de Cataluña. Que sólo ha logrado sacar ventaja a los nacionalistas de Mas en un distrito de Barcelona y que eso rompe un mito: la creencia de que existían feudos socialistas. La memoria suele ser corta. En Madrid, el PP de Gallardón y de Esperanza Aguirre también barrió a los socialistas de barrios emblemáticos como Villaverde Bajo, o buen parte de las ciudades-dormitorio del sur de Madrid. La historia se repite. El ciudadano es cada vez menos dogmático y vota más atendiendo a su bolsillo y a su bienestar personal. Creo que es una lección interesante para los políticos.

Conclusiones de Cataluña un día después

29 de noviembre de 2010

Un día después de las elecciones catalanas, la percepción de la mayoría es que el avance del PP frente al PSOE va a ser mayor de lo esperado. Las claves están en los comicios catalanes. Los del PP esperaban lograr 14 escaños y han conseguido 18, mientras que el PSOE confiaba en no bajar en ningún caso de 30 y se ha ido a 28. La realidad es más fiera de lo que la pintan y el enfado de la ciudadanía con el partido en el Gobierno es morrocotudo. Y entretanto, los mercados siguen cayendo, y Zapatero, tan tranquilo. Lo último que se dice es que en la reunión de los 37 empresarios el sábado pasado, les aseguró que había un pacto de no intervención de Portugal y que, por tanto, España estaba a salvo. ¿Se puede ser más ingenuo?

La primera derrota

29 de noviembre de 2010

Los socialistas sufrieron ayer un derrota histórica en Cataluña. Se trata, sin duda, de la primera secuela de la crisis económica. El Tripartito se dedicó a gastar sin darse cuenta que ya hacía tiempo que no había dinero en la caja. Los ciudadanos estamos hartos de estos despilfarros y de los gobernantes irresponsables que los manejan, y ha llegado la hora de las responsabilidades. Cataluña es la primera etapa del vía crucis que los socialistas vivirán en las próximas elecciones autonómicas y municipales. Justo es reconocer que aunque no toda, gran parte de la culpa la tiene Zapatero. Reunirse este fin de semana con 37 empresarios para dar únicamente buenas palabras y promesas de acelerar las reformas, para que al día siguiente diga la vicepresidenta Elena Salgado que no se van a tomar nuevas medidas, es la mejor manera de que el episodio catalán se repita y hasta multiplique por otros lugares de España. Ni Zapatero ni la mayoría de dirigentes autonómicos aún no alcanzan a comprender que una crisis de caballo como la actual no puede curarse con aspirinas.

La intervención

26 de noviembre de 2010

La Unión Europea presiona a Portugal para que acepte un rescate, a la par que el presidente del banco central de Alemania, Axel Weber, declara que los países europeos tendrán que aportar mayores fondos para el plan de rescate europeo, dotado con 750.000 millones. El ex presidente del Consejo Alemán de Expertos Económicos, Juergen B. Donges, ,manifiesta, en una entrevista con elEconomista, que el rescate español podría alcanzar los 800.000 millones. No hay que ser muy listo para poner en relación estos tres informaciones. La conclusión, evidente es que primero vendrá Portugal y después, España. La Unión Europea, como ya adelantó hace unos meses elEconomista con gran estrépito del Gobierno, ha puesto ya en marcha el mecanismo para socorrer a nuestro país. El cuántó o el cuándo aún no se conoce, pero es sólo cuestión de tiempo.

Irlanda salva su modelo

24 de noviembre de 2010

La UE y el FMI impusieron ayer un ajuste draconiano que incluye un recorte de 25.000 funcionarios y de un diez por ciento en las pensiones. Sin embargo, Dublín salva su modelo de crecimiento, basado en un Impuesto de Sociedades del 12,5 por ciento, que había permitido atraer a numerosas empresas extranjeras, que han fijado su sede en este país. Entre ellas, algunas filiales de las grandes constructoras españolas. El comisario de Asuntos Económicos de la UE, Olli Rehn, intentó imponer también un cambio de modelo, con un alza de este impuesto, pero el Gobierno irlandés lo salvó. ¡Menos mal! Lo contrario hubiera sido como cegar su futuro. El plan de ajuste le permitirá por lo menos buscarse un buen futuro, enmendar los errores de la banca y salir adelante.

Por fin, una alegría

23 de noviembre de 2010

El déficit del Estado cayó en los tres primeros trimestres de este año el 47 por ciento, situándose en el 2,97%. Un porcentaje que hace factible alcanzar el objetivo al que se ha comprometido el Gobierno ante la Unión Europea, el 9,3 por ciento, así como ponernos en línea para lograr el 6 por ciento el próximo año. La buena noticia no ha podido lucirse porque coincidió ayer con el ataque brutal de los mercados a España. La pregunta es si estos datos llegan ya demasiado tarde. Los mercados se han fijado en Portugal y España como objetivos y será difícil hacerles cambiar de idea.

Irlanda apunta a España

22 de noviembre de 2010

La caida del IBEX casi un 2,7 por ciento, la mayor de Europa, apunta a que España puede encontrarse pronto en el ojo del huracán. Todos se empeñan en decir que España es diferente, pero se echan en falta medidas decidida para atajar los déficit. La estrategia de Zapatero es esperar a que pasen las elecciones municipales y autonómicas de mayo antes de acometer más iniciativas. Todos los gobiernos han negado el riesgo hasta que se ha producido. Curiosamente, en los últimos días todo el mundo coincide en que aquí no pasa nada. Y la impresión del mercado es justamente la contraria.

¿Se imagina un elefante en su salón?

19 de noviembre de 2010

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, insiste en que España está a salvo del contagio de la crisis de la deuda irlandesa. Pero algunos economistas creen que este riesgo sigue latente. Nouriel Rubini, el gurú que predijo la crisis, y colaborador habitual de elEconomista, asegura que el efecto de la caída de España sería insostenible para el mundo. El prestigioso economista americano lo compara a meter a un elefante en el salón-comedor de su casa. ¿Imagina el efecto devastador que puede producir el animal como le entre la furia? No quedaría plato de la vajilla sano.

Sin consenso sobre Irlanda

17 de noviembre de 2010

Todos esperábamos que hoy se produjera un acuerdo para rescatar al Gobierno irlandés o, por lo menos, a sus bancos, sobre todo después de que el ministro de Finanzas de este país admitiera por la mañana por primera vez, que la banca quizá necesitara fondos para prevenir crisis futuras. Pero no. El resultado es que habrá una misión del FMI y la UE que evaluará las necesidades monetarias del país. Una vez más, la Unión Europea se muestra incapaz de dar una respuesta rápida a sus problemas. La bronca entre Alemania, a la que se sumó el martes Austria, y el resto debe ser monumental. Los alemanes no quieren cargar con los excesos de los demás. Un error, ya que Alemania vive, en parte, gracias a las compras de sus socios. Si a ello unimos que el Gobierno irlandés no quiere en estos momentos el rescate porque está a las puertas de unas elecciones, el cóctel molotov es completo. El tema irlandés se quedará enquistado unos meses más. ¡De pena!

El rescarte irlandés

16 de noviembre de 2010

Con una deuda rozando el cien por cien del PIB y un déficit público equivalente al 15 por ciento, el rescate de Irlanda es inevitable. El Gobierno de Dublín se resiste como gato tripa arriba. ¿Por qué? A priori no tiene sentido que el Tesoro irlandés esté pagando tipos cercanos al 9 por ciento para colocar su deduda, cuando tiene la posibilidad de acceder a préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de alrededor del 2,5 por ciento. El Ejecutivo dice que, de momento, tiene cubiertas las necesidades de liquidez y que no prevé más emisiones de deuda hasta 2011, por lo tanto no tienen prisa. Pero este no es el principal motivo. Se resiste porque la intervención supondría un golpe mortal para el desarrollo futuro del país, cuyo modelo de crecimiento está basado en un fuerte reducción del Impuesto de Sociedades para atraer inversiones extranjeras. Ello facilitó que bancos, seguros y empresas de todo tipo fijaran su domicilio fiscal en este país. Estas empresas huirían de manera irreversible y difícilmente volverían a domiciliarse en Irlanda. El modelo que trajo el gran desarrollo de Irlanda en los últimos años se iría definitivamente al garete. Por ello, Dublín presiona para que la inyección se limite a sus bancos, que son el corazón del problema. Pero esto abriría otro dilema: ¿puede el FMI o la UE prestar directamente a la banca? Estas instituciones han diseñado sus mecanismos de ayuda para los gobiernos y no para la empresa privada, si no todas se apuntarían. La realidad pone cada día a prueba las normas bajo la que se diseñó la Unión Europea. Quizá todo si hizo demasiado deprisa entre los miembros del euro.