No sé como lo véis vosotros, pero desde mi punto de vista nuestro periódico empieza a ir a velocidad de crucero. Además de la información habitual sobre temas económicos escritos de manera sencilla, en la última semana en el periódico elEconomista hemos destapado el escándalo urbanístico de Chiclana, en Cádiz, donde la Junta de Andalucía pretende recalificar unos 18 millones de metros cuadrados -¡sí, lo he escrito bien!- para solventar el problema de unas 40.000 viviendas ilegales. Chiclana no es una excepción en Andalucía. En las próximas semanas destaparemos otros, sobre los que curiosamente nadie ha querido hablar.
El otro asunto es el de los escándalos de Fórum y Afinsa, que ya forma parte de los principios ideológicos de elEconomista. La Fiscalía ha imputado a diez directivos de Afinsa y este lunes descubrimos cómo manipulaban los catálogos. Eso está bien, pero el Gobierno sigue sin preocuparse de los miles de afectados. ¿Y saben porqué? Según nos dijo recientemente un portavoz oficial, porque había mucho «dinero negro». ¡De vergüenza!, pensar que todo el mundo es corrupto. Ya ven que las presiones han hecho que casi nos hayamos quedado solos. Pero no se preocupen, desde elEconomista vamos a seguir defendiéndoles, no nos van a callar.
Y a esta actitud de denuncia de lo que creemos injusto o difícilmente justificable, vamos a incluir a otro colectivo, el de los militares. ¡Oiga, de vergüenza, lo mal que están pagadas nuestras Fuerzas Armadas!. ¡Ah! y eso por no hablar del engaño de Mapfre a los 5,2 millones de mutualistas, sobre lo que también tendrán nuevas noticias esta semana.
Como aún somos un periódico pequeño, les voy a proponer un trato. Para que nuestras denuncias no caigan en saco roto, haga correr la voz entre sus conocidos, o escríbanos sus comentarios, se los publicaremos en nuestro periódico de papel -lo digo así, porque todavía hay quien cree que sólo somos un portal de economía-. ¡No se calle! Somos un periódico económico que quiere contar con la gente, al revés que los demás. Súmese a la ola naranja de elEconomista. ¡Cada vez somos más!