Archivo de marzo, 2011

Le vino grande

29 de marzo de 2011

Al presidente de Banco Base, la alianza que preside Cajastur, Manuel Menéndez, se le ha caído el mundo encima al verse obligado a que Caja de Ahorros del Mediterráneo salga de su alianza o SIP. Menéndez no supo ver los riesgos, integró a una entidad con una morosidad enorme, sin que se entrara hasta el último momento. Creyó que el Banco de España le iba a pagar la compra, como ocurrió con Caja de Castilla-La Mancha y no ha sido así. El Banco de España puso más de 3.000 millones para sanear la entidad castellano-manchega y luego se la regaló a Menéndez, por aquello de la hermandad socialista con él. Pero el nuevo Fondo de Rescate está para entrar en el capital de las entidades mandando, no a fondo perdido. Menéndez volverá a tener una cajita de tamaño modesto y pasará a la historia como el primero que deshizo un SIP antes incluso de que se formara. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha quedado a la altura del betún. Primero dijo que las nuevas alianzas eran definitivas, luego tuvo que admitir que eran reversibles y, por último, tuvo que correr en busca de compradores para su entidad. Un desastre, como veníamos vaticinando.

Algo está cambiando

28 de marzo de 2011

Dicen que en la vida no hay optimistas o pesimistas, sino quienes ven la botella medio vacía o medio llena. Siempre me he incluido entre los segundos y, por primera vez, en muchos meses creo que el panorama económico empieza a despejarse. La prima de riesgo con Alemania -clave para el marcapasos de Zapatero- ha bajado de 200 puntos, lo que muestra una recuperación de la confianza en nuestro país, y uno de los primeros efectos es que Cataluña logró colocar ayer 400 millones de su deuda.

Yo no apoyo a Zapatero

27 de marzo de 2011

Hacen bien los empresarios en defender que Zapatero no anuncie su marcha, porque ello generaría una gran incertidumbre económica en un momento delicado, en el que algunos analistas creen que la intervención de Portugal irá seguido de la de España. Ello no quiere decir, por supuesto, que apoyen su gestión, como ha querido dar a entender el Gobierno. Además, si analizamos quienes jalearon a Zapatero -Botín (Santander), Del Pino (Ferrovial), Villar Mir (OHL), Borja (Endesa)- todos pertenecen a empresas que dependen de la calificación de la deuda española, como el Santander, o son clientes del Gobierno, los demás. El presidente de Mercadona, Juan Roch, fue por eso mucho más crítico, ya que su empresa no depende del Ejecutivo, sino del consumo y éste va cada vez va peor. El resto optaron por la prudencia y no se pronunciaron. Todo apunta a que detrás hay otra campaña de imagen de Moncloa para mejorar la percepción del presidente. Da igual, llegan un poco tarde. Zapatero se ha equivocado tanto, que ya no hay quien lo salve.

¡Por fin pasan de nosotros!

24 de marzo de 2011

La Unión Europea admite ya abiertamente que Portugal será rescatada y prepara un cheque de en torno a 75.000 millones. Esta vez, sin embargo, los mercados europeos no se han puesto nerviosos y han cerrado al alza como si nada pasara. Lo mejor es que la prima de riesgo sobre la deuda española sigue a la baja y el IBEX subió y se encamina de nuevo hacia el 11.000. En Europa están convencidos que Zapatero hará las reformas que le diga Merkel. O quizá es que celebren su próxima salida. Sea como fuera, está bien que ¡por fin! se olviden de nosotros. Si hacemos las cosas bien, en el segundo semestre podemos estar saliendo de la crisis.

El caso portugués

23 de marzo de 2011

El Congreso portugués tumbó ayer el plan de ajuste presentado por su primer ministro, José Sócrates, para cumplir con las peticiones de la Unión Europea. Ahora Portugal está a las puertas de una intervención, ya que es incapaz de poder afrontar los pagos de su deuda con tipos de interés próximos al 8 por ciento. Al final, no le quedará más remedio que acatar los ajustes para lograr la ayuda financiera. El caso portugués es una lección para Zapatero. Es el precio que hay que pagar por no haber acometido las reformas a tiempo. Si hay intervención, los gobernantes caen como pasó en Irlanda, y si se niegan a acatar la receta de la Unión se tienen que marchar. El final es el mismo. No hay escapatoria.

¿Una guerra breve?

21 de marzo de 2011

La coalición de fuerzas internacionales presumía el domingo de haber alcanzado la inmensa mayoría de sus objetivos. el lunes ya se cuestionaba la unión de los aliados y salían a la luz las primeras fisuras en la Liga Árabe, y dentro de unos días nos estaremos cuestionando si se puede controlar Libia sólo a través de bombardeos aéreos. Las enseñanzas de la guerra iraquí ponen de manifiesto que es imprescindible la intervención terrestre. Si ésta se produce, comenzarán a producirse víctimas civiles en los países de la coalición, que minarán la opinión de sus ciudadanos. Hay otras cuestiones, insuficientemente despejadas, como quiénes son la oposición a Gadafi y cuales son sus idearios o porqué se interviene en Libia y no en otros lugares del mundo donde también se violan los derechos humanos. En una guerra se sabe cuando se entra, pero no cuándo se sale y, sobre todo, cómo se sale.

Las guerras del petróleo

18 de marzo de 2011

Los mismos países europeos y Estados Unidos que hace unos meses agasajaba a Gadafi y su séquito y presumía de la occidentalización de su manera de Gobierno, está dispuesto ahora a deponerle por la fuerza. La resolución de la ONU invoca la defensa de los derechos humanos del pueblo libio, rebelado en armas contra su líder. Mi duda es si hubieran hecho igual contra Mubarak, el ex jefe de Estado egipcio, que no tiene tanto petróleo como Gadafi. Cuanto hay intereses y petrodólares por medio, las fuerzas occidentales siempre están más dispuesta a defender al pueblo y su derechos que cuando no es asi, como ya ocurrió en Irak. Hay líderes africanos y centroamericanos que han masacrado literalmente a sus ciudadanos, con el silencio de toda la comunidad internacional.

Especulación o tsunami

16 de marzo de 2011

Si no fuera porque es alemán, pensaría que el comisario europeo de la energía, Guenther Ottinger, ha perdido el sentido. Sus declaraciones del martes calificando de apocalíptico el suceso nuclear de Japón causaron sorpresa y estupor en todo el planeta. Las afirmaciones de ayer de que el accidente nuclear está «fuera de control» provocaron un drástico cambio de rumbo en los mercados financieros, que cayeron con fuerza. Ottinger me recuerda a los médicos que te advierten en primer lugar de todas las secuelas que puede dejarte una enfermedad, aunque luego la realidad no sea tan grave. Siempre es mejor estar advertido. De todas formas, sus palabras chocan con las noticias que llegan de Japón de que la radiactividad afecta aun radio de 20 kilómetros. ¿Cual es el riesgo sanitario para el resto del mundo o para los propios japoneses, alejados de este punto? Algo no casa, la confusión sigue siendo mayúscula. Y ¿cual es el efecto para la economía japonesa y la mundial? Todo lo que apuntan los economistas es a la interrupción de los suministros de durante unas semanas, que afectaría principalmente a la industrial del motor y electrónica. El mayor peligro económico está en la repatriación de fondos invertidos en el exterior, sobre todo en deuda americana, para reconstruir el país. Todo apunta a que los especuladores se han adueñado de los mercados y están haciendo su agosto en marzo aprovechándose de la catástrofe.

Los efectos del tsunami japonés

15 de marzo de 2011

Los ciudadanos asistimos impresionados a la evolución del terremoto japonés. La información, en estos momentos, es muy imprecisa y la impresión es que la crisis nuclear es mucho más grave de lo que nos están contando. La vasija del reactor número dos está rota y el cuatro tiene graves problemas. Sobre el cinco y el seis no hay información precisa. Las noticias no son fiables. La propia Unión Europea calificó la situación de catastrófica. Los expertos se debaten a la hora de predecir las consecuencias sobre el resto de la economía. Están los que creen que habrá un impacto más o menos grande y los que piensan que se notará sólo unos meses y que la recuperación japonesa será espectacular. De cualquier forma, con excepción de Japón y de las bolsas de Francia y Alemania, con importantes activos nucleares, el impacto en los mercados ha sido limitado y mucho menor de lo temido. Probablemente, sobreviviremos al tsunami japonés.

Nucleares sí, gracias

14 de marzo de 2011

El terremoto japonés ha reavivado el debate nuclear. La canciller Ángela Mekel ha sido la primera política en posponer durante unos meses su decisión sobre la renovación de la vida de las nucleares en su país. El problema de este tipo de energía está en los residuos, que permanecen durante cientos de años, no en la seguridad. Si después de sufrir un terremoto de intensidad 9 una central nuclear con 40 años de antiguedad resiste la embestida, no se me ocurre a qué otro tipo de prueba se puede someter a estas instalaciones. La energía verde, por supuesto, tiene su hueco, pero cuando los costes se acomoden al del resto, no a golpe de subvención pública. ¿O alguien está dispuesto a pagar más por el origen de la energía que consume?