El caso portugués
El Congreso portugués tumbó ayer el plan de ajuste presentado por su primer ministro, José Sócrates, para cumplir con las peticiones de la Unión Europea. Ahora Portugal está a las puertas de una intervención, ya que es incapaz de poder afrontar los pagos de su deuda con tipos de interés próximos al 8 por ciento. Al final, no le quedará más remedio que acatar los ajustes para lograr la ayuda financiera. El caso portugués es una lección para Zapatero. Es el precio que hay que pagar por no haber acometido las reformas a tiempo. Si hay intervención, los gobernantes caen como pasó en Irlanda, y si se niegan a acatar la receta de la Unión se tienen que marchar. El final es el mismo. No hay escapatoria.