¿De fracaso en fracaso?

Los mercados no dan tregua. La bolsa perdió el 3,6 por ciento y la prima de riesgo volvió a superar los quinientos puntos pese a que el Gobierno lanzó las campanas al vuelo el viernes tras anunciarse un plan de crecimiento por 130.000 millones. Nuestros lectores conocen desde hace meses ese plan y saben, como los mercados, que se trata de un estímulo a largo plazo. Es dinero que requerirá presentar propuestas de infraestructuras concretas y su estudio y aprobación llevará tiempo, de manera que su efecto no será inmediato. Lo importante del viernes es que Merkel dio a España dos sonoros noes. Uno a comprar deuda a través del fondo de rescate y otro a dar la ayuda directamente a los bancos. Hoy se añade que la canciller no despeja si las ayudas a los bancos tendrán prevalencia de cobro frente al resto de la deuda emitida por el Tesoro. Un aspecto que penalizan los mercados. Guindos retrasó el plan unos días para presionar a Merkel, pero esta no parece dejarse impresionar. Desde luego no me alegro en absoluto de nuestros fracasos, pero sí pediría a nuestro gobierno un poquito más de humildad en llamar al pan pan y al vino vino. Vivimos al filo de la navaja, si Rajoy no presenta un plan creíble de recortes adicionales en las próximas semanas, la intervención total de la economía será inevitable. Esa es la realidad, y por mucho que se esconda, si tiene que ser, será y en ese momento el Gobierno tendrá que esconderse debajo las piedras porque habrá vuelto a engañar a su electorado. Para más Inri, Moodys amenaza con contraatacar con más bajadas de rating a la banca ante la ausencia de un calendario concreto de iniciativas.

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