Archivo de abril, 2006

Más chismes de Bono

10 de abril de 2006

Veo que el tema de Bono concita intereses encontrados. Los último que corre por Madrid es la bronca que tuvo con Zapatero hace unos meses. El presidente le llamó a la disciplina de partido y de Gobierno y el ministro se puso chulo y dijo que iba a seguir diciendo lo que pensaba. A partir de ahí la salida del Gobierno estaba cantada. Zapatero quería que se quedara unos meses más, pero Bono le pidió que lo retirara cuanto antes. Me pregunto por qué no cuentan esto los medios de información general, que es lo más divertido. De todas formas, hay que fijarse en un pequeño detalle: Bono deja el ministerio, pero no los cargos en el partido. Eso quiere decir, que no se va de la política. Su única opción es la de esperar a ver si se chafa el alto el fuego de ETA y la popularidad de Zaptero cae con la misma velocidad que ha subido. Entonces, Bono podría resucitar como el representante del socialismo moderado. Otra cosa más, Zapatero parece que le insistió en que fuera el candidato a la alcaldía de Madrid, y el de Toledo se negó en redondo. Se ve que tiene carácter. El ya ex ministro de Defensa solía decir que él perdió las elecciones del PSOE a la secretaría general por El País. El periódico de Polanco apoyó a Zapatero y lo sigue apoyando. Mientras eso no cambie, Bono no tiene posibilidades. ¡Así es la vida! Para que luego digan que hay libertad de pensamiento.

Bono, torero

7 de abril de 2006

Zapatero nos ha sorprendido con la dimisión de Bono. Yo creo que el ya ex ministro de Defensa ha hecho bien en irse. Zapatero quería ponerlo como alcalde de Madrid. Eso era conocido en los mentideros periodísticos desde hace meses. Trinidad Jiménez no se atreve a plantar cara a Gallardón. El alcalde de Madrid se sale en las encuestas de intención de voto y el único capaz de hacerle frente en el partido socialista era Bono. En la vida es tan importante trabajar bien como irse.Bono se va por la puerta grande y podrá volver cuando quiera. Si no, ya veráis  

¿Empresarios con cuernos y rabo?

6 de abril de 2006

Hace un par de días publicamos una información sobre el presidente de Campofrío, Pedro Ballvé, que ha logrado hacerse con el control de Telepizza hipotecando sus acciones en Camprofrío y en Telepizza, a la vez. Lo hizo, además, sin ponerlo en conocimiento de los accionistas de éstas dos empresas. Cuando nos enteramos, llamamos a Ballvé. El nos confirmó que había sido así, aunque ya había levantado la hipoteca. A continuación telefoneamos a la CNMV, donde nos dijeron que no había obligación de comunicar la hipoteca por parte del empresrio. Ballvé nos invitó a desayunar a su despacho para explicarnos la operación. Confesó que había tenido que hipotecarse, en un momento de dificultades, pero que todo había salido bien y estaba ya superado. ¿Dónde estaba el problema? Ballvé mantiene una nómina de más de 5.000 familias en Campofrío y otras 20.000 de Telepizza, y sus productos son líderes en el sector cárnico. elEconomista contó la historia, al día siguiente. Hay quienes creen que los empresarios son demonios, con cuernos y rabo. La mayoría han pasado por dificultades económicas, y han tenido que actuar al filo de lo imposible, sobre todo desde el punto fiscal. En este periódico vamos a defender a los empresarios, siempre que actúen dentro del marco legal, sin infringir las reglas del mercado. 

A río revuelto, ganancia de pescadores

5 de abril de 2006

Me he quedado impresionado leyendo lo que publica elEconomista sobre Marbella. Es peor que Corrupción en Miami. El tema da un cierto tufo a montaje. Aunque haya delito en la actuación de la mitad del consorcio marbellí, hay una cosa que no entiendo. Si se quita a una alcaldesa, lo logico es convocar elecciones de inmediato para elegir un nuevo ayuntamiento. Pero el Gobierno de Chaves está empeñado en colocar a su candidato Paulino Plata como alcalde, hasta los próximos comicios. Siempre tiene uno mas facilidades para ser reelegido, si se siente apoyado por un presupuesto municipal, que si se está en la oposición. Chaves ha aprovechado el momento dulce de Zapatero, con el alto el fuego de ETA y salíéndose en las encuestas de voto, para dar un golpe de mano y hacerse con todo el poder en Marbella. Los constructores llevaban rumiando la situación hace un año. «Aquí lo que pasa es que la Junta quiere mandar», decían. Y no se han equivocado. A río revuelto, ganancia de pescadores. La política lo envuelve todo.

El gigante verde

4 de abril de 2006

La primera vez que oí en elEconomista la palabra  gigante verde, pensé que se trataba del hombre que sale del anuncio de Mistol de la botella de detergente. Luego me enteré que era la manera que tenía Javier Romera (nuestro periodista especializado en temas de distribución) de denominar a El Corte Inglés. Alguien me ha preguntado que qué tenemos contra estos grandes almacenes. Nada. Teníamos una noticia que, además, va contra el cuarto punto de nuestros principios fundacionales y la publicamos. Supongo que es para lo que creamos un periódico económico. Lo explicó mi querido director en una de sus cartas dominicales. Me sorprendió la reacción del gigante verde, porque muchos compañeros me dijeron que hasta su presidente, Isidoro Alvarez, llegó a llamar al director de algún medio de comunicación para decirle que habíamos publicado la noticia en venganza porque no habían puesto publicidad. Nada más ridículo. La prensa económica no es el target de un anunciante como El Corte Inglés, dirigido a un público masivo, como tampoco lo es Mistol. Simplemente, elEconomista no tiene las ataduras de otros grandes grupos, con medios audiovisuales o revistas de moda. El asunto aún sigue coleando. Han vetado la venta de nuestro periódico en Opencor (Ahora debería llamarse Closedcor) y..  en algunas emisoras de radio. Se acuerdan que el lunes les dije que Jiménez Losantos nos pondría a parir el martes. Y acerté, lo hizo. Pues, no, no soy adivino. Se han fijado quien patrocina una de las grandes secciones de La Mañana en la Cope. ¿El gigante verde?… Si San Pedro levantara la cabeza. Pero no sufran por nosotros, tenemos una fe capaz de remover montañas…y gigantes. ¡Hasta pronto!    

Un trabajo de media jornada

3 de abril de 2006

Quiero dar las gracias a los lectores de mi primer blog y a los comentarios amables que (hasta ahora) he recibido. Son las 22:15 horas del lunes. Ya sabéis que en prensa se trabaja media jornada, normalmente de  10 (de la mañana) a 10 (de la noche). La otra media es para dormir y alimentase. Hoy ha sido un día duro. A mi tampoco me gustan los lunes. Sobre todo, después de un fin de semana soleado. Por la mañana, reunión con el presidente y el director para solventar cuestiones laborales. Fundar un periódico es como un puzzle gigante. Todas las piezas deberían encajar aparentemente, hasta que uno se pone de verdad a ello. Hay que limar asperezas, hacer varias veces de psicólogo al día, y que convivan diferentes culturas de hacer periódicos y hasta de ver la vida.

 Todos los lunes, a las 13:00 hay consejo editorial. Los «supercicutas» de elEconomista debaten los temás que han surgido la semana anterior y nos brindan sus sesudos consejos para fijar la línea editorial del periódico. Ya saben que somos un diario económico liberal, que defendemos a los empresarios y al mercado sin interferencias políticas. Por eso no dudamos en criticar a Blesa cuando se fue al Congreso del PP a lucir palmito. ¿Qué pintaba allí? Pues, eso digo yo. Hoy ha tocado estudiar el efecto del alto el fuego sobre la economía.

Me anulan el almuerzo con un director de comunicación y aprovecho para comer con media plantilla. Otra vez enganchado al periódico. A primera hora de la tarde, consejo de redacción para decidir la primera página. Primero íbamos  con el Ave, luego con la rebaja de cotizaciones y, por fin, con el pacto político para solucionar lo de Endesa. Lo ha dejado caer Cacho y, nosotros, hemos preferido sacarlo. Me toca escribirlo. Mañana, Jiménez Losantos nos pondrá a parir de nuevo, seguramente, por aquello del pasteleo entre políticos. Pero qué le vamos a hacer. Estamos contentos, es una prueba de que llevamos una línea editorial sensata. Aunque esto, claro, no se puede decir, porque cualquier día te ponen a parir en la radio. En fin, que haga lo que quiera. Como aún somos una pulga, no osamos desafíar a un elefante. Aunque torres más altas han caído. Fíjense lo del Corte Inglés. Otro día les cuento, ahora es hora de irse a dormir. Felices sueños.