- 08/06/2022, 20:02
Las nuevas previsiones de la OCDE dejan patente que el gran peligro para la economía mundial es la inflación. Este riesgo es aún más patente en la eurozona, al prever la organización la persistencia de los altos precios.
Las nuevas previsiones de la OCDE dejan patente que el gran peligro para la economía mundial es la inflación. Este riesgo es aún más patente en la eurozona, al prever la organización la persistencia de los altos precios.
Sólo un día antes de que el BCE presente sus propias previsiones macroeconómicas, la OCDE se encargó de confirmar el muy difícil escenario al que banco central se enfrenta, ahora que está abocado a normalizar su política monetaria. Si hay algo que Fráncfort no puede tolerar es que la inflación subyacente, aquélla que excluye los productos más volátiles, muestre de modo persistente una tasa del 3% o superior. Y ése es precisamente el horizonte que la OCDE dibuja para la Unión Monetaria hasta 2024 en sus previsiones de primavera.
El próximo 9 de junio se cumplirá una década desde que España solicitó a Europa una línea de liquidez por valor de hasta 100.000 millones para rescatar a la banca insolvente y, por extensión, a la economía. Las dudas sobre la salud de las entidades contagiaban al soberano y forzaban al Tesoro a ofrecer rentabilidades superiores al 7% para colocar títulos. Italia, Portugal y Grecia sufrían por igual en su deuda ataques especulativos que apostaban por romper el euro bajo la idea de que sus finanzas no soportarían el rescate de su banca.
Si no hay sorpresas, la reunión de política monetaria que va a tener este jueves el Banco Central Eueopeo (BCE) va a ser un calentamiento previo al inicio de una racha de subidas de tipos de interés que se prolongará durante años.
La Unión Europea aprobó esta semana la sexta ronda de sanciones a Rusia con objeto de detener la guerra en Ucrania, consistente en dejar de comprar de inmediato el 75 por ciento de las importaciones de crudo y el 90 por ciento a finales de año. La medida, unida al embargo petrolero adoptado ya por el Reino Unido, supondría un golpe estimado por el instituto bruseliense Bruegel de 80.000 millones anuales para las finanzas del Kremlin, sobre un total en ventas de crudo a Europa por unos 110.000 millones.
No existe un veneno intelectual más potente que las mentiras que nos contamos a nosotros mismos. El dato adelantado de inflación fue extraordinariamente preocupante, con una inflación que repuntó hasta el 8,4%. Sin embargo, aún más preocupante fue el hecho de que la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos frescos, alcanzase el 4,9%. Los datos de Eurostat, publicados al día siguiente, para el conjunto de la Eurozona, daban unos valores muy ligeramente inferiores, con una inflación general del 8,1%, y una subyacente del 4,6%. Con estos indicadores, la inflación está fuera de control y no se va a reducir al 2% sin hacer nada, por mucho que ésas sean las previsiones del Banco Central Europeo (BCE).
El consenso de economistas que siguen al BCE coincide con la hoja de ruta anunciada por la presidenta Lagarde de ir aumentando progresivamente los tipos de interés en 25 puntos básicos, a partir de la reunión de julio, hasta dejar atrás los intereses negativos en septiembre. Las previsiones de analistas descartan un movimiento brusco de 50 puntos básicos, tal como piden los halcones de la institución. La encuesta de Bloomberg recoge también pronósticos para 2023, que anticipan cuatro nuevos ascensos del 25 puntos básicos hasta el 1,5%. Además, anticipa un fuerte recorte en las previsiones de crecimiento e inflación para este y próximos años.
Hace no mucho tiempo, los políticos europeos clamaban para que el BCE solucionara el problema del bajo crecimiento y el riesgo de deflación en la eurozona. Un problema que habían creado ellos y solo ellos. Mientras Estados Unidos y Asia crecían, la eurozona permanecía anclada en la euro esclerosis, consecuencia de los excesos burocráticos, impositivos y regulatorios que habían creado los políticos. Y de su falta de apoyo a la iniciativa privada y la innovación. Ellos lo sabían, pero en lugar de reconocerlo y coger el toro por los cuernos le decían al BCE que bajara los tipos de interés, como si eso fuera el bálsamo de Fierabrás que iba a solucionar un problema estructural como es la euro esclerosis.
La eficacia y eficiencia del gasto público en España han caído a los últimos puestos entre las economías de la OCDE, según constata un informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE).
Abanca ficha a José Manuel González-Páramo, exmiembro del Banco Central Europeo (BCE), como consejero independiente. Con su incorporación, la entidad detalló que su consejo de administración refuerza al 75% el peso de los vocales independientes, en líneas con los mejores estándares de buen gobierno.
El mundo deja atrás su era de tipos cero. 2022 está siendo un claro punto de inflexión en el que la gran mayoría de países y regiones está recurriendo a las subidas de los tipos de interés para contrarrestar los efectos de una elevada inflación. Este endurecimiento de la política monetaria que recorre el planeta está provocando una reacción en cadena de la mayoría de bancos centrales. Bloomberg calcula que 60 entidades ya han subido los tipos este año. Y lo que queda...
El mayor repunte en décadas de la inflación está forzando al BCE a endurecer su política monetaria, lo que generará un encarecimiento de las condiciones de financiación.
El euro sigue con su rally tras el recrudecimiento del nuevo discurso del Banco Central Europeo, discurso que se ha reforzado en Davos con la intervención de Christine Lagarde. La presidenta, a pesar de afirmar que no hay que entrar en pánico, ha mantenido la línea marcada en sus últimas intervenciones. En consecuencia el euro ha seguido aumentado su valor. En la jornada de hoy se ha apreciado frente al dólar en más de medio punto, consolidando un importante rebote al subir ayer un 1,22%.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, explicó este martes en una entrevista en el foro de Davos que no tiene ninguna prisa para retirar los estímulos, insistiendo en que no hay consenso para un aumento de golpe de medio punto de los tipos de interés, como ha hecho la Fed en EEUU.
Los tipos de interés están en su nivel más alto desde hace una década. Las cuotas hipotecarias se disparan. El dinero es cada vez más caro, y eso sólo va a empeorar la crisis del coste de la vida. Siguiendo la cobertura de la decisión del Banco de Inglaterra de subir los tipos de interés, se podría perdonar que se pensara que había tomado una decisión de castigo. Excepto que, agárrense. lo que realmente cuenta es el tipo de interés real. Y nunca ha sido más bajo, lo que significa que deberíamos esperar ver las locas burbujas que siempre crea la política monetaria ultra-relajada.
"La inflación también es un impuesto". Esta conocida cita de John Maynard Keynes expresa dos realidades. En primer lugar, que las bases de los impuestos son habitualmente monetarias, con la excepción de algunos impuestos especiales. En consecuencia, si suben los precios, aumenta la recaudación de impuestos. Además, si el impuesto es progresivo como es el caso del IRPF, se da el fenómeno denominado progresividad en frío, que consiste en la exigencia de pagar más impuestos por una misma capacidad económica. Esto sucede, por ejemplo, cuando a un contribuyente se le actualiza el sueldo con la inflación. En este caso, el contribuyente tiene la misma capacidad económica, pero paga más IRPF y no sólo si sube de tramo, sino incluso aunque no suba, una mayor parte de su renta tributará en los tramos superiores, es decir a tipos más altos.
El Banco Central Europeo (BCE) ha publicado este jueves las actas de su última reunión de política monetaria, celebrada el pasado 14 de abril. Entonces el Consejo de Gobierno de la entidad mantuvo intactas sus herramientas para buscar la estabilidad de precios en la eurozona (en un momento en el que la inflación está en niveles récord), aunque anticipó que las compras de bonos bajo el programa APP acabarán en el tercer trimestre del año.
La encuesta mensual a los gestores realizada por Bank of America entre el 6 y el 12 de mayo muestra un pesimismo sobre la marcha de la economía global que alcanza cotas sin precedentes desde la crisis financiera de 2008.
Los analistas están subiendo las apuestas con sus estimaciones de aumento de tipos de interés en Europa. En la última encuesta que ha llevado a cabo Bloomberg, los economistas encuestados ya pronostican que el Banco Central Europeo (BCE) incrementará los tipos 3 veces este año, con subidas de 25 puntos básicos, la subida estándar para la institución, que siempre ha aumentado o bajado los tipos en esta magnitud.
Daniel Lacalle es uno de los economistas más reconocidos de nuestro país y presenta su nuevo libro Haz crecer tu dinero: mi experiencia con los mejores inversores del mundo. En su trayectoria profesional el economista jefe de Tressis se ha codeado con algunos de los nombres más importantes de la industria financiera mundial, pasando por firmas como Pimco, uno de los pesos pesados del planeta en la inversión en renta fija, o la gestora Citadel. En su nuevo libro escribe algunas de las claves que deben tener presentes los inversores, y en conversación con elEconomista, se muestra muy crítico con las políticas del Banco Central Europeo (BCE) y de los gobiernos que no han tomado medidas para reducir el déficit.
El mercado de las criptomonedas, sin ningún tipo de regulación, ya es un dolor de cabeza para los supervisores por el elevado volumen de dinero que mueve y el riesgo que entraña para la economía y la estabilidad financiera. El Banco Central Europeo (BCE) alerta de que la valoración del mercado de las criptomonedas, 2,4 billones de dólares (2,2 billones de euros), ya dobla al de las hipotecas subprime o también conocidas como basura, que con 1,3 billones de dólares (1,2 billones de euros) desencadenaron la crisis financiera mundial de 2008.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha apostillado que el fin del programa de compras de activos del organismo (APP, por sus siglas en inglés) terminará seguramente más cerca de principios del tercer trimestre que finales.
El Banco Central Europeo (BCE) ha advertido en diferentes ocasiones del riesgo que entraña la inversión en criptoactivos. Pero ahora Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del eurobanco, ha ido un paso más allá al asegurar que el estallido de la burbuja del Bitcoin y sus múltiples derivados crearía una nueva crisis financiera a nivel mundial.
El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, ha destacado los riesgos crecientes de que los bancos centrales actúen demasiado tarde para hacer frente a la inflación, por lo que se ha mostrado partidario de que el Banco Central Europeo (BCE) acometa una primera subida de tipos el próximo mes de julio si así lo aconsejaran los datos entrantes.
La Comisión Europea quiere reforzar las competencias del Banco Central Europeo (BCE) en su labor de evaluación de directivos de las entidades financieras con un planteamiento que preocupa en el sector. El Ejecutivo comunitario ha propuesto, en concreto, que el organismo supervisor se ocupe de valorar a los directivos clave y no solo a los consejeros como hacía hasta ahora, que lo haga antes de que sean nombrados y disponga además de hasta 120 días para cumplir con este proceso conocido en la jerga financiera como 'fit and proper'.
Después de que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, confirmara la posibilidad de empezar a ver subidas de tipos de interés a partir de julio, la pregunta que podemos hacernos es ¿A quién beneficia esta subida de tipos? Para responderla, empezaremos por saber a quién beneficia y a quién perjudica la inflación, que es la causante de que el BCE se plantee subir tipos.
La Reserva Federal de EEUU (Fed) cumple con las expectativas del mercado al confirmar la subida de tipos de interés de 50 puntos básicos, el doble de lo habitual, un aumento inédito desde el año 2000.
El coste de la deuda de las firmas del Ibex se incrementa en un año, al pasar del 2,2 al 2,34%. Este aumento se produce porque el mercado ya refleja las subidas de tipos realizadas en EEUU y las que espera que se produzcan en Europa para controlar los precios.
La historia económica nos enseña que hay dos grandes traumas del siglo XX que pesan todavía hoy sobre los todopoderosos bancos centrales: la Gran Depresión de 1929 y la Gran Inflación de los años 70. Los historiadores relatan cómo el Banco Central de los Estados Unidos (Fed) contribuyó en 1929 a uno de los mayores desastres de todos los tiempos al subir las tasas de interés y restringir la liquidez del mercado en pleno derrumbe económico. También se sabe cómo en los 70, en medio de la crisis del petróleo, los bancos centrales no supieron que hacer durante 10 años. Se mantuvieron en el dilema: parar la economía y enfriarla o dejarla para que que la inflación amaine sola. Han pasado más de cuatro décadas, sin embargo, los bancos centrales han aprendido muy poco. Ante la pandemia respondieron con excesos de oferta monetaria; y frente a la inflación desbocada que hoy vivimos, no tienen muy claro que camino seguir.