Economía

Las previsiones de los expertos compran la hoja de ruta de Lagarde, pero ven los tipos del BCE en el 1,5% en 2023

  • El panel de analistas de Bloomberg descuentan subida de 25pb en julio
  • Pero los datos de inflación avalan la postura de los halcones y el mercado
  • El sondeo apunta a un nuevo recorte en las previsiones y más inflación

El consenso de economistas que siguen al BCE coincide con la hoja de ruta anunciada por la presidenta Lagarde de ir aumentando progresivamente los tipos de interés en 25 puntos básicos, a partir de la reunión de julio, hasta dejar atrás los intereses negativos en septiembre. Las previsiones de analistas descartan un movimiento brusco de 50 puntos básicos, tal como piden los halcones de la institución. La encuesta de Bloomberg recoge también pronósticos para 2023, que anticipan cuatro nuevos ascensos del 25 puntos básicos hasta el 1,5%. Además, anticipa un fuerte recorte en las previsiones de crecimiento e inflación para este y próximos años.

El BCE y sus pesos pesados están creando alrededor de la institución la mayor paradoja de todas para un banco central. Nunca antes la presidencia había sido tan transparente a la hora de telegrafiar los movimientos de las próximas reuniones del BCE. Y lejos de trasladar confianza, está generando una enorme incertidumbre. El mercado está más cerca ya de descontar cinco subidas de 25 puntos básicos, que cuatro.

El modelo Overnight Index Swaps, OIS por sus siglas en inglés, que utilizan los inversores para anticipar subidas y bajadas de tipos, han encajado las peticiones de los halcones del BCE abordar el primer incremento de las tasas en 50 puntos básicos de golpe, incluso van más allá. Pero el panel de expertos, que siguen al BCE, de Bloomberg, prevé que se va a imponer la hoja de ruta anunciada por Lagarde, de subidas progresivas, a pesar de que la inflación sigue presionando, con el IPC de la zona euro al 8,1%.

En concreto, la encuesta apunta que, en la reunión del 21 de julio y el 8 de septiembre, el BCE aumentará en 25 puntos básicos la tasa de depósitos, para coincidir con la promesa de Lagarde de abandonar los tipos negativos en septiembre. Actualmente, la tasa de depósito, el interés que se aplica a la liquidez de la banca en las arcas del BCE, se ha convertido en la referencia de tipos al situarse en el -0,5%. El tipo de las operaciones de refinanciación, los intereses por obtener crédito a un día en el BCE, lleva en el 0% desde marzo de 2016.

El panel de economistas de Bloomberg incluye a 32 economistas que siguen y analizan habitualmente al BCE y suele estar considerada como una de las encuestas más importante, por su tamaño y cuestiones que se abordan. Un aspecto importante del sondeo es la previsión de tipos para 2023. Los expertos contemplan cuatro subidas de 25 puntos en marzo, junio, septiembre y diciembre. Los tipos de refinanciación terminarán el año al 1,5% y la tasa de depósito al 1%. El mercado anticipa para 2023 tres subidas de tipos de 25 puntos hasta mayo. El mercado iría por delante del BCE, a partir de 2023.

Claus Vistesen, economista jefe para la zona euro de Pantheon Macroeconomics, comenta que todavía hay dudas si el primer movimiento será de 25 o 50 puntos básicos. "Pensamos lo primero, pero la presión está aumentando para actuar con más decisión", apunta. Una subida de 50 puntos básicos sería un alza histórica. Solo ha habido dos ocasiones en la que el incremento de los tipos ha sido igual o superior a 50 puntos básicos. La primera fue el 22 de enero de 1999, en su tercera reunión, cuando subió de golpe los tipos de 125 puntos básicos hasta el 4,5%, en el primer mes de estreno del euro en los mercados financieros, y la segunda data del 9 de junio de 2000, cuando el BCE subió los tipos en 50 puntos básicos hasta el 5,25%.

El 66% de los encuestados señalan que el interés neutral del BCE se sitúa en el 1,5% y no se alcanzará hasta después de 2023. El nivel del tipo neutral, el punto en el que la economía está equilibrada, con pleno empleo y sin presiones inflacionistas, es uno de los debates teóricos de fondo en el BCE. Para los halcones este nivel ya se ha situado cerca del 2%, mientras para los banqueros más moderados piensan que se mueven alrededor del 1%. Desde el principio, Lagarde ha descartado una posición del BCE por encima del tipo neutral, el punto de equilibrio de una economía para funcionar con pleno empleo y con estabilidad en los precios. "Si vemos que la inflación se estabiliza en un 2% a medio plazo, será apropiada una mayor normalización progresiva de las tasas de interés hacia la tasa neutral, pero el ritmo y la escala general del ajuste no pueden determinarse ex ante", dijo.

¿Por qué no una subida de tipos en junio?

Si la inflación está en máximos históricos y todo hace indicar que los seguirá estando en los próximos meses, ¿por qué no sube los tipos de interés el BCE en la reunión de junio? Karste Brzeski, economista de ING, cree que esta es la gran pregunta, aunque cierto que tiene una contestación relativamente lógica: el BCE debe mantener su credibilidad. "El único argumento para no subir tipos en julio es la propia "secuencia" del BCE, es decir, primero, detener las compras de activos netos antes de subir los tipos". El banco central prometió que los tipos no comenzarían a subir hasta que se pusiese fin a las compras netas del APP (el programa de compras convencional), algo que no ocurrirá hasta el tercer trimestre de este año.

No seguir estos pasos destruiría la credibilidad y la confianza que los agentes tienen en el banco central, puesto que estaría incumpliendo una de sus promesas en pocos meses. "Una subida de tipos la próxima semana socavaría la credibilidad y la orientación a futuro del BCE. La única razón para no subir los tipos la próxima semana es que el BCE mantenga su propia reputación"

A modo de conclusión, el economista de ING cree que "una subida de tipos la próxima semana sigue siendo casi imposible, pero no podemos descartar otra sorpresa agresiva. Siguiendo la lógica del BCE, esta sorpresa agresiva sería fortalecer y mantener sobre la mesa la posibilidad de una subida de tipos de 50 puntos básicos para julio".

Preguntas sobre fragmentación en Bloomberg

Otro de los escollos a los que se enfrenta el BCE para subir los tipos es el riesgo de fragmentación en la zona euro. Los países más vulnerables (elevada deuda pública y déficit estructural alto) pueden sufrir para financiarse en los mercados cuando se retire la 'respiración asistida' del BCE. Este riesgo ya es relativamente visible. Desde que el BCE comenzó a anunciar un endurecimiento de su política monetaria, el rendimiento de la deuda italiana, española o portuguesa se ha incrementado con fuerza, tocando niveles que no se veían desde el periodo 2013,  a finales de la crisis de deuda.

Un 71% de los economistas consultados por Bloomberg reconoce que están "algo preocupados" por el riesgo de que los spreads (diferenciales de bonos) se ensanchen de forma significante. El 4% reconoce "estar muy preocupado" y el 25% "no preocupado". Existe cierto desasosiego, pero no contempla un escenario como el de 2011. ¿Por qué? La siguiente pregunta de la encuesta de Bloomberg tiene la respuesta: el 54% de los analistas creen que las reinversiones del PEPP de forma flexible para evitar la fragmentación del mercado no serán suficientes. Es decir, el BCE tendrá que sacar un conejo en la chistera para evitar que las primas de riesgo se disparen.

Otra opción sería crear una herramienta nueva ad hoc para controlar estos desvíos de los rendimientos. Algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE han comenzado a dar nombre ya este nuevo programa o apéndice de los existentes. Fabio Panetta ha hablado de una 'herramienta anti-fragmentación' que impida que la normalización monetaria genere una Eurozona con dispares condiciones financieras, mientras que Christine Lagarde señaló esta semana que "cualquier decisión futura sobre el balance tendrá que ser coherente... con nuestro compromiso de garantizar la transmisión de la política, especialmente porque la reinversión flexible de la cartera del PEPP es una herramienta que hemos puesto a disposición para mitigar los riesgos de fragmentación".

Entre los expertos hay pocas dudas de que el BCE pondrá fin al programa de compra el próximo 9 de junio, tal como estaba previsto. La otra clave estará en las previsiones económicas que publique el BCE. El 100% de los encuestados esperan un recorte en la estimación del PIB para este año y un aumento en la inflación prevista. En marzo, el BCE rebajó su pronóstico de crecimiento al 3,7%, con un crecimiento del IPC para la zona euro del 5,1%. El consenso apunta a una rebaja por encima del 2,5% y que la nueva previsión de precios roce el 7%.

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