El Banco Central Europeo se ha caracterizado en los últimos años por ser un banco que habla mucho y hace muy poco cuando se trata de endurecer la política monetaria. En la zona euro ha sobrevolado la idea de la subida de tipos en varias ocasiones en los últimos años, sin embargo, esta idea no se ha llegado materializar. De las palabras a los hechos hay un trecho, dice el refrán. Antes de actuar siempre ocurría algo que impedía al BCE echar el vuelo. Esta vez, el BCE parece decidido a actuar con rapidez ante la implacable fuerza de una inflación que no vio venir.
Cada vez son más los miembros del Consejo de Gobierno y del Comité Ejecutivo que abren la puerta a una subida de los tipos de interés en julio. A los habituales halcones se le han unido esta vez Luis de Guindos, vicepresidente de la institución, o Isabel Schnable, miembro del Comité Ejecutivo. Los dos son pesos pesados dentro de la institución y sus comentarios suelen ser más moderados que los de los halcones (gobernadores de los bancos centrales de países que suelen defender unos tipos más altos).
Schnabel ha reconocido ampliamente que "ya no es suficiente hablar, tenemos que actuar", ha asegurado en una entrevista con el periódico alemán Handelsblatt publicada el martes. "Desde la perspectiva actual, creo que es posible una subida de tipos en julio".
Los mercados ya descuentan hasta nueve subidas de tipos para este año, lo que dejaría la tasa de depósito en el 0,3% a finales de este 2022. La política monetaria global se está endureciendo (salvo excepciones como China) y el BCE, aunque más despacio, también tiene su propia hoja de ruta que incluye el fin de los estímulos en el tercer trimestre y las primeras subidas del precio del dinero.
El despegue de los tipos
Y es que los comentarios de Schnabel se producen pocos días después de que Luis de Guindos señalara julio como un posible momento para un despegue de los tipos de interés, aunque dijo que todavía no es "probable". Otros responsables políticos también han mencionado que una subida de tipos podría producirse a principios del tercer trimestre. Schnabel es considerado uno de los miembros más influyentes de la Junta Ejecutiva.
La alemana ha argumentado que las presiones inflacionarias se están "ampliando", después de que los precios al consumidor subieran hasta otro récord (7,5%) en abril. Ahora, el banco central debe "evitar que la alta inflación se apodere de las expectativas".
No obstante, Schnable también quiso destacar que el BCE sigue siendo muy dependiente de los datos que vayan apareciendo. "Iremos decidiendo reunión a reunión, sobre la base de los datos entrantes. Partimos de un nivel (de tipos) extremadamente bajo. Los tipos de interés reales siguen siendo profundamente negativos y están cerca de sus mínimos históricos. Eso significa que incluso después de los primeros aumentos, los tipos de interés se mantendrán en niveles que continúan apoyando la economía. Todavía estamos bastante lejos de un tipo de interés neutral, ese es el punto a partir del cual la economía se ralentiza", asegura la experta.