Tras el respiro confirmado en abril, cuando la inflación interanual se situó en el 8,3% tras el desorbitado dato de marzo, el Índice de Precios al Consumo vuelve a la senda de subidas y apunta en mayo al 8,7%, cuatro décimas más que el dato registrado en abril y tres por encima de las previsiones, que estimaban una subida de los precios del 8,4%. La subida se debe a las gasolinas y los alimentos.
El adelanto que publica este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE) constatará, de confirmarse el 10 de junio, que el alivio de abril no era un cambio de tendencia sobre el pico de marzo, con el IPC disparado hasta el 9,8%, aunque la cifra de mayo se mantendría alejada de ese máximo histórico. El guion es el mismo que en enero, cuando tuvo lugar el primer registro a la baja de la tasa general desde que en marzo de 2021 comenzara a subir. Ese oasis tampoco se consolidó en el mes siguiente.
El repunte se debe, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y los alimentos y bebidas no alcohólicas, que registran alzas mayores que las de mayo de 2021. Los precios de la electricidad, sin embargo, han descendido.
La semana pasada, el precio medio de la gasolina firmó un nuevo máximo histórico al llegar a los 1,94 euros por litro y el diésel se situó en los 1,867 euros el litro, manteniéndose por encima de la media de la Unión Europea (1,856 euros el litro) pese a bajar un 1,06%.
La bonificación de los 20 céntimos por litro en los surtidores hacen que estos récords no afecten en su totalidad a los bolsillos de los consumidores aunque no impide que las subidas se hayan comido parte de la ayuda.
Desde el Ministerio de Asuntos Económicos recuerdan que el plan de choque aprobado para reducir el impacto de la guerra en Ucrania en los consumidores, y que el Gobierno prevé extender más allá de junio, "claramente está limitando el alza de los precios" y destacan en declaraciones a Efe que la entrada en vigor de la limitación de los precios de la electricidad en el mercado mayorista "proporcionará un seguro adicional ante posibles alzas del precio de la energía en los mercados internacionales".
Sin embargo, el visto bueno de Bruselas a la 'excepción ibérica' que limitará el precio del gas se está retrasando. Las previsiones de los expertos apuntan a que su aprobación podría reducir en un punto la inflación media anual, según indican los economistas de CaixaBank Research. El Banco de España apunta a que el IPC medio subirá un 7,5% en 2022, un punto más que lo estimado por la la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
La inflación subyacente, sin techo, y vuelven las subidas mensuales del IPC
El nivel de la inflación subyacente (no tiene en cuanta los alimentos no elaborados ni los productos energéticos) no encuentra techo tras aumentar cinco décimas sobre el mes anterior hasta el 4,9%, su nivel más alto desde octubre 1995.
Mayo también augura el fin de las caídas mensuales de los precios. Según el avance de Estadística, de abril a mayo los precios subieron un 0,8%, la mayor subida de la tasa mensual del IPC para un quinto mes del año desde 2018 y que contrasta con el descenso del 0,2% de abril.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha señalado en la presentación del Informe Anual 2021 del supervisor, el contraste entre el dato de inflación general, que podría revisarse a la baja "por el mecanismo ibérico", con la subyacente, que puede seguir el camino contrario. "La subyacente es el resultado de integración entre agentes económicos. Ningún Gobierno tiene una capacidad inmediata de actuación", ha dicho para agregar que "las dinámicas que estábamos viendo nos hacían pensar al alza" de la subyacente y tras el dato de este lunes, "quizá nuestra previsión sea más al alza de lo que teníamos previsto".
El ministerio económico mantiene la previsión de que "la inflación irá desacelerándose progresivamente durante la segunda parte del año", aunque no descartan "oscilaciones durante los meses de verano, derivados de posibles efectos base y teniendo en cuenta la alta incertidumbre derivada del contexto económico global".