Si no hay sorpresas, la reunión de política monetaria que va a tener este jueves el Banco Central Eueopeo (BCE) va a ser un calentamiento previo al inicio de una racha de subidas de tipos de interés que se prolongará durante años.
Christine Lagarde, presidenta de la institución, y el consejo de gobierno de la entidad, parecen tener muy clara la importancia de calentar bien, y quieren dejar los cimientos del proceso de subidas de tipos bien anclados.
Con todo preparado para empezar la subida de tipos en julio, como el propio BCE ya ha anticipado al reconocer la propia Lagarde que, con el escenario actual, la primera subida de tipos llegará ese mes, esta semana la institución actualizará su cuadro de previsiones macroeconómicas, con el convencimiento de los analistas de que se incremente la previsión de inflación para este año y los dos próximos, al mismo tiempo que prevén que se recorte la estimación de crecimiento del PIB para 2022 y 2023.
En marzo, cuando el organismo actualizó por última vez su cuadro de previsiones macro, la estimación de inflación se fijó en el 5,1% para este año, el 2,1% para 2023 y el 1,9% para 2024. La previsión de los analistas es más elevada, esperando ahora un 7% para este año, un 2,9% para el siguiente y un 2% para 2024, quedándose este último año en el nivel objetivo que mantiene el BCE.
En cuanto a la estimación de PIB, los encuestados descartan, por el momento, que la eurozona vaya a entrar en una situación de estanflación, ya que esperan que el crecimiento económico alcance el 2,7% de media en 2022, en el 2,2% en 2023 y en el 1,9% en 2024.
El ritmo de subidas de tipos
Los expertos encuestados por Bloomberg también han dado su opinión sobre el ritmo de la subida de tipos que va a llevar a cabo el BCE para intentar contener el repunte de la inflación, y la expectativa apunta a que el organismo va a aumentar la facilidad de depósito en 75 puntos básicos este año, y otros 75 puntos el tipo de interés de referencia, dejándolos en diciembre en el 0,25% y 0,75%, respectivamente.
Las subidas continuarán durante el año que viene, si se cumplen las estimaciones de los analistas, hasta dejar la facilidad de depósito en el 1%, y el tipo de interés en el 1,5%. Es, precisamente en este último nivel, donde los expertos encuestados creen que se encuentra el tipo neutral del BCE (el nivel de intereses en el que el organismo no influye, ni al alza, ni a la baja, en la inflación), con un 66% de los encuestados confirmando este nivel.

Este proceso de subidas de tipos dará comienzo con el Programa de Compras de Emergencia por Pandemia (PEPP) totalmente desmantelado, ya que el consenso espera que en junio se produzcan las últimas compras de deuda por un importe de 20.000 millones de euros. A partir de este mes el PEPP habrá terminado, más de dos años después de que se implementase en Europa por la crisis del Covid-19.
El final del PEPP era la línea roja que se ha marcado el BCE para empezar a subir los tipos de interés, por lo que, a partir de ahora, se abre oficialmente la veda para que dé comienzo el aumento del precio del dinero en la eurozona.
"Basándonos en las nuevas proyecciones de junio, que deberían indicar un menor crecimiento pero un fuerte aumento de las tasas de inflación, esperamos que la reunión del BCE del 9 de junio ponga fin al programa de compra de activos y anuncie que subirán los tipos de interés oficiales en julio de 2022 por primera vez desde 2011", explica Ulrike Kastens, economista para Europa de la gestora alemana DWS.
La inflación obliga a actuar
A principios de año habría parecido una temeridad anticipar que será este mismo verano cuando el BCE daría comienzo oficialmente al proceso de subidas de tipos, y con las compras de deuda habiéndose reducido ya ostensiblemente. Sin embargo, la inflación ha sorprendido a los políticos monetarios con una fuerza no esperada, que ha obligado al BCE a replantearse su estrategia y comenzar con la normalización antes de lo previsto.
Esta misma semana, de hecho, el dato de inflación en Europa ha vuelto a sorprender, alcanzando un 8,1%, la cota más alta de la historia del euro, y las reacciones de algunos de los miembros prominentes del BCE no se han hecho esperar. "La inflación es demasiado alta y está demasiado extendida", ha declarado François Villeroy de Galhau, presidente del banco central de Francia.
Días antes de conocerse el último dato de inflación en la zona euro, un miembro del consejo de gobierno del BCE reconocía a elEconomista que están convencidos de la necesidad de empezar a subir tipos próximamente, y apuntaba a la reunión de julio como el momento más adecuado para dar el pistoletazo de salida.