Luz verde definitiva al polémico sexto paquete de sanciones de la Unión Europea contra Rusia. Los embajadores europeos han dado el visto bueno a la nueva ronda de medidas que incluye el embargo parcial a las compras de crudo ruso, como acordaron a principio de semana los líderes europeos. Sin embargo, la aprobación se ha retrasado más de lo previsto porque Hungría ha presionado para borrar al patriarca de la Iglesia Ortodoxa de la lista de personas sancionadas.
Hungría ha sido desde el primer día el gran obstáculo para sacar adelante este sexto paquete de sanciones económicas. El gobierno que lidera Viktor Orban argumentó primero que su país depende en gran medida del combustible ruso (un 65% del petróleo que consume proviene de ese país) y exigió poder continuar con las compras. Para salir del bloqueo, los jefes de estado y de gobierno acordaron finalmente dejar de comprar únicamente el crudo importado por mar, permitiendo así que Hungría, la República Checa y Eslovaquia continúen recibiendo el suministro a través del oleoducto de Druzhba durante un período de tiempo que, de momento, sigue sin definir.
Los embajadores europeos debían ultimar los detalles técnicos y aprobar definitivamente el paquete para poder poner en marcha las medidas, pero han tardado un día más de lo previsto porque Orban ha presionado esta vez para que el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa Kirill no constara en la lista de personas sancionadas. Finalmente, en una reunión en Luxemburgo, los embajadores han cedido de nuevo a las exigencias húngaras y han dado luz verde a la sexta ronda. Según fuentes diplomáticas, los gobiernos que se han expresado han lamentado la exclusión del patriarca, pero han decidido sacar adelante el paquete por "pragmatismo".
Más allá de abandonar las compras de crudo ruso importado por mar, esta nueva ronda de sanciones económicas implica también la exclusión de Sberbank, el banco más grande de Rusia, y el Banco Agrícola de Rusia del sistema Swift. También se amplía la lista de sancionados con a personas y entidades consideradas responsables de las atrocidades de Bucha; se prohíben las emisiones en Europa de tres cadenas de televisión (Rossiya RTR/RTR Planeta, Rossiya 24 y TV Centre International) y se prohíbe también dar servicios de asesoría o consultoría a empresas rusas en Europa.
Además, también desde hoy, lobistas de grupos de presión y empresas rusas tienen vetado el acceso al Parlamento Europeo. "No podemos darles espacio para su propaganda y su falsa y tóxica narrativa sobre la invasión de Ucrania", ha declarado la presidenta de la institución, Roberta Metsola.