Economía

¿Qué es SWIFT? El arma financiera para hacer pagar a Rusia la invasión de Ucrania

  • EEUU, Reino Unido y la UE han expulsado a buena parte de la banca rusa

Occidente ya ha pulsado el 'botón nuclear' contra el sistema financiero ruso. EEUU, Reino Unido y la Unión Europea han expulsado del sistema SWIFT a buena parte de las entidades rusas, además de congelar los activos del banco central del país en su territorio. La dudas para hacer efectiva esta medida eran amplias, hasta el último minuto, países como Italia y Alemania dudaron en dar luz verde. Ahora ya es una realidad y queda por ver cómo de efectiva será este arma para 'hacer pagar' a Putin la invasión de Ucrania.

¿Qué es SWIFT?

SWIFT es una red de alta seguridad que usa la banca para intercambiar información. Se trata de un sistema de mensajería que permite que los pagos se realicen de forma segura a través de las fronteras nacionales y facilita de forma amplia las transacciones internacionales.

A pesar de que no es el único sistema, es el dominante en el mundo. Mueve más de 100.000 millones de dólares diarios en pagos liderando absolutamente este en lo que se refiere a este tipo de plataformas. Este sistema se fundó en el año 1973 e incluye a más de 11.000 instituciones de todo el mundo repartidas por más de 200 países.

¿Por qué podría hacer daño a Rusia?

Al no poder usar SWIFT la banca rusa quedaría aislada, al menos parcialmente. Aunque estas entidades utilicen un sistema paralelo, se bloquearían todas las ventas y cobros dificultando enormemente las operaciones internacionales. En 2014 Rusia lanzó un estudio que indicaba que perderían un 5% de su PIB de ser excluida de SWIFT. El motivo es que las empresas que tengas dependencia con recursos del exterior se pueden ver muy seriamente comprometidas.

El único precedente reciente es el realizado contra Irán en 2012. El país de los Ayatolás fue expulsado a raíz de la escalada de tensión por sus investigaciones para lograr armas nucleares. Una vez impuesta esta sanción excepcional perdió cerca de la mitad de sus ingresos por petróleo y el 30% de sus comercio exterior, según recoge el Instituto Finlandés de asuntos Internacionales. Según la propia institución la medida "terminaría con todas las transacciones internacionales, desencadenaría la volatilidad de la moneda y provocaría salidas masivas de capital".

El precio a pagar para Occidente

Para Occidente, y en particular para Estados Unidos, también hay un precio y muchos riesgos. Por un lado, presidentes de la UE como Mark Rutte (Países Bajos), reconocen que "tendría enormes repercusiones" para Europa Occidental. El motivo fundamental es la mayor dificultad que encontraría el Viejo Continente para adquirir recursos estratégicos que vienen de Rusia. Además los acreedores financieros, se encontrarán en serios problemas para recuperar su dinero.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán han destacado que el motivo de que SWIFT se mantenga operativo para algunas instituciones financieras rusas no se debe solo a la necesidad de garantizar el abastecimiento de materias primas y energía. "Se trata de transacciones en todos los ámbitos, entre otros el de la ayuda humanitaria, el intercambio comercial legítimo, la sociedad civil," argumenta la portavoz Susanne Sasse. Además, admiten que podría haber llevado a muchas empresas alemanas a una situación complicada, porque el SWIFT habría hecho colapsar de golpe todo el comercio entre ambos países.

Sin embargo, el verdadero peligro es para el sistema financiero internacional y al reinado mundial del dólar (además de la posición del euro). Renunciar a SWIFT supone dejar de lado numerosas operaciones en dólares, el eje financiero de todas las transacciones comerciales. Expulsar a Rusia podría ofrecer un fuerte incentivo a las transacciones en rublos o yuanes, afectando de forma importante a los intereses norteamericanos.

Rusia tiene su propio SWIFT

Desde que en 2014, con la invasión de Crimea, esta medida fuera una amenaza muy real para Rusia, Putin ya empezó a preparan su propio sistema de pagos, el SPFS. Actualmente 399 usuarios participan de este sistema y en 2020 ya se usaba tanto como SWIFT en las operaciones rusas, según el Kremlin.

El verdadero riesgo viene de oriente. China lleva años detrás de su propia alternativa, el CIPS. Este sistema ya cuenta con varios bancos rusos y podría permitir a Rusia eludir en buena medida los inconvenientes de ser expulsada de SWIFT. Para China la ventaja es evidente, reducir la dependencia del dólar y expandir su influencia económica. El CIPS podría convertir en una alternativa real.

Las 'cripto' entran en escena

Por otro lado, Putin cuenta con la alternativa de las criptomonedas para pagos transfronterizos. Según Bloomberg el Yuan digital podría ser utilizado para este fin y, de este modo, utilizar las stablecoins para eludir esta sanción por parte de Occidente. Una alternativa que reduciría el dominio económico estadounidense haciendo que esta sanción pueda tener un verdadero 'efecto boomerang'.

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