- 03/09/2022, 06:00
03/09/2022, 06:00
Sat, 03 Sep 2022 06:00:00 +0200
El contexto está a punto de cambiar tras dos años de pandemia en los que las moratorias y los créditos estatales a través del ICO (además de los Ertes) han retrasado lo que el mercado descuenta como inevitable. La clave está en saber en qué proporción el repunte de la morosidad afectará al sector, ahora que vislumbran a lo lejos el maná tras una década de sequías con los tipos de interés al alza. Por el momento, la línea divisoria que separa a las entidades más internacionales, Santander y BBVA, frente a la banca doméstica se intuye cada vez más clara. Solo en el último mes, una vez que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera en julio elevar en 50 puntos básicos la facilidad de depósito llevándola al 0%, el consenso de mercado ha recortado en un 4,5% de media las previsiones de beneficio neto para 2023 de las firmas con mayor exposición nacional, Sabadell, CaixaBank, Bankinter y Unicaja. Mientras, elevan en un 3% sus estimaciones de ganancias para Santander y BBVA.