Economía

Alemania sufrirá un duro invierno: todos los indicios que anticipan un panorama económico "sombrío"

  • El PIB alemán volvió a los niveles prepandémicos en el segundo trimestre...
  • ...pero las perspectivas a más corto plazo no son positivas
  • S&P Global: "Alemania se acerca rápidamente a una tormenta perfecta"
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, el martes de la semana pasada en una rueda de prensa en Berlín. Fotografía: Lisi Niesner (Reuters).
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El horizonte económico para Alemania no es precisamente alentador. Al menos no a corto plazo. Si bien los últimos datos han mostrado que el producto interior bruto (PIB) del país recuperó en el segundo trimestre todo el terreno perdido desde la irrupción del covid-19, son numerosas las referencias que anticipan un retroceso en el trimestre vigente. Es por ello que los tambores de recesión suenan cada vez con más fuerza en la mayor potencia del Viejo Continente.

Hace menos de un mes que la Oficina Federal de Estadística (Destatis) anunció que el PIB alemán se estancó entre abril y junio en comparación con el primer trimestre del año. Este jueves, en cambio, el organismo ha revisado ligeramente al alza la referencia en la lectura definitiva: la mayor economía de la eurozona creció un 0,1% en el segundo trimestre. "De este modo, volvió al nivel anterior a la crisis [del covid] del cuarto trimestre de 2019", asegura Destatis.

La economía se apoyó el pasado trimestre principalmente en el consumo de los hogares y el gasto de las administraciones públicas. Según Destatis, los alemanes aprovecharon para viajar y salir más después de que se levantaran las restricciones por el coronavirus, aún con las grandes subidas de precios y la crisis energética.

"A pesar de las difíciles condiciones marco de la economía mundial, la alemana se mantuvo firme en los dos primeros trimestres de 2022", ha destacado Georg Thiel, presidente de la institución estadística. Entre enero y marzo el PIB alemán se expandió un 0,8% intertrimestral. Sin embargo, estos datos no son más que 'agua pasada'.

Dos meses de retroceso

Hace apenas dos días se conoció que la actividad económica en Alemania se está contrayendo en agosto por segundo mes consecutivo, al igual que sucede en el conjunto de la zona euro. Ese fue el escenario mostrado por los índices PMI, elaborados por S&P Global y considerados de los más fiables para anticipar el comportamiento de la economía (se elaboran mediante encuestas masivas a empresas de distintos sectores).

En dichos indicadores más de 50 implica expansión y menos, contracción. El PMI compuesto (que engloba toda la actividad privada) ha caído en la primera lectura de agosto a 47,6, el nivel más bajo en 26 meses. El retroceso se produjo tanto en el sector servicios, con mayor peso en el PIB, como en el manufacturero.

Phil Smith, director económico adjunto de S&P Global, destacó al calor de los PMI el "panorama sombrío de la economía alemana a mediados del tercer trimestre". Y añadió: "Con la amenaza de una crisis energética que aún se cierne sobre nosotros, las perspectivas siguen estando plagadas de incertidumbre".

La confianza empresarial, por los suelos

El retroceso económico actual ya está teniendo consecuencias. La confianza empresarial en Alemania vuelve a empeorar este mes. El índice elaborado por el Instituto de Investigación Económica alemán (Ifo), publicado hoy, se ha situado en 88,5 en la lectura de agosto, frente a los 88,7 de julio (dato revisado al alza respecto al preliminar).

Es cierto que la referencia no es tan mala como esperaban los analistas (la situaban en 86,8), pero se trata igualmente de la peor lectura desde junio de 2020. "La interpretación positiva es que el debilitamiento del índice Ifo se está ralentizando", apunta Carsten Brzeski, de ING Economics, que añade: "La interpretación negativa es, obviamente, que actualmente no se vislumbra ninguna mejora".

El índice Ifo ha sorprendido positivamente al haber sido mejor de lo pronosticado a pesar de darse en "un contexto marcado por el conflicto entre Rusia y Ucrania y su impacto sobre el precio de las materias primas, el aumento del coste de financiación o la preocupación por la pérdida de caudal del Rin", tal y como explican los analistas de Bankinter. 

En cambio, el propio Ifo resalta que "la incertidumbre entre las empresas sigue siendo alta" y ve "probable" que la producción económica de Alemania se reduzca en este trimestre. 

"Los problemas a corto plazo se hacen más grandes"

"El índice Ifo de hoy se suma a la larga lista de pruebas de que la economía alemana se está deslizando hacia una recesión invernal. (...) La única cuestión es la gravedad y la duración de la recesión", opina Brzeski. 

Para que se produzca una recesión técnica, como ya ha sucedido en Estados Unidos, el PIB tiene que contraerse en dos trimestres consecutivos. Y este es un escenario que ya visualiza el banco central alemán, el Bundesbank, para comienzos de 2023, según recoge su último informe mensual.

Cabe recordar que Alemania está en un momento de 'transformación', preparándose para un mundo menos globalizado y con la digitalización y transición ecológica como principales pilares. Sin embargo, estos cambios a largo plazo se van a ver eclipsados por los problemas a corto. Entre estos últimos destaca la elevada inflación: aunque el índice de precios al consumo (IPC) se relajó el mes pasado al 7,5% anual, el Bundesbank ya ha advertido de que puede acabar superando el 10% a final de año.

"En las últimas semanas, estos problemas a más corto plazo se han hecho más grandes, ya que el bajo nivel de agua y el nuevo gravamen sobre el gas se han sumado a la preocupación por la inflación y la recesión", señala el experto de ING Economics.

Así las cosas, es difícil que el consumo de las familias siga tirando del PIB como lo hizo entre abril y junio. La inflación seguirá mermando el poder adquisitivo. "Las facturas energéticas se duplicarán o triplicarán en los próximos meses y la confianza de los consumidores está en mínimos históricos", recuerda Carsten Brzeski.

"Esto, por sí solo, combinado con los trastornos derivados del bajo nivel de agua para la industria, la actual incertidumbre geopolítica [por la guerra en Ucrania] y las fricciones en la cadena de suministro, debería ser suficiente para empujar a la economía alemana a una recesión invernal", insiste el analista. Katharina Koenz, economista senior de Oxford Economics, apunta en el mismo sentido (al igual que otros muchos expertos): "Esperamos que la economía se estanque antes de entrar en una recesión técnica a finales de año".

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