Uno de los lugares donde ha impactado fuertemente la crisis energética es Reino Unido. Recientemente leíamos que se estaban quedando sin cerveza por el desabastecimiento de productos y que incluso muchos bares no sobrevivirán en invierno, por los altos precios de las facturas de la energía. Esto, desde la perspectiva del ocio y la hostelería, pero hay también un sector en la sociedad británica que se ha visto afectado por el incremento de los precios, hablamos de los propietarios de animales exóticos.
Los animales comunes de ver por los rincones verdes del Reino Unido son las ardillas. Por estos días, sin embargo, las calles británicas tendrán otros habitantes. Así es, llegan dragones barbudos, lagartos y serpientes a las urbes y periferias.
Estos, no han llegado hasta allí por voluntad propia. Han sido liberados por sus dueños, ya que se han visto obligados a tomar esta decisión por el alto costo que significa mantener a este tipo de especies.
Así lo explicó a Fortune Charles Thompson de la tienda de reptiles Snakes 'n' Adders. "Tengo cuatro dragones barbudos mirándome en este momento, y ya he reubicado a tres de ellos. Eso es todo en menos de un mes".
La libertad de los reptiles
El medio económico revela que, desde hace semanas, ha habido un "aumento" constante en el número de propietarios que abandonan mascotas exóticas o las liberan en los suburbios británicos.
La subida de precio en las facturas de la energía, en algunos casos, es el doble de lo que eran hace un año. A diferencia de los gatos, perros y hámsters, los reptiles necesitan vivir en tanques especiales equipados con calentadores y lámparas de alta potencia para replicar sus hábitats naturales.
El hábitat ya es caro, y eso se suma al costo creciente de las comidas a base de insectos. Además, la propiedad de mascotas creció durante la pandemia y a algunas personas les ha resultado difícil cuidarlas a medida que se reanuda la vida normal, cuenta la publicación.
Aumento de rescate de reptiles
El abandono animal ha provocado un incremento en la demanda de trabajo de los rescatadores de reptiles británicos. Monte Jackson, voluntario del Centro Nacional para el Bienestar de los Reptiles en Tonbridge, Inglaterra, cuenta al medio que en su centro han rescatado, entre otras, a Speedy, una tortuga de 60 años, Phoenix, un dragón barbudo naranja con sobrepeso, y Champagne, una cobra cuyas escamas brillan bajo las luces fluorescentes.
El año pasado por estas fechas, el centro animalista, que funciona con donaciones, albergaba a poco menos de 700 reptiles huérfanos. Ese número se ha disparado a 1.055, un aumento que se hace eco de las tasas observadas por las tiendas de reptiles y los centros de rescate en toda Inglaterra.
Revuelo en el vecindario
El fenómeno ha causado revuelo en la población de Sheffield ya que se puede apreciar en algunos carteles de la ciudad imágenes de reptiles que están por la calle en donde los vecinos preguntan "¿Esta es la mascota de alguien?".
