- 17/12/2021, 15:02
Era la semana de los bancos centrales de las principales economías desarrolladas, aquellos que implementan la política monetaria, todos ellos presionados por la fuerte elevación de precios.
Era la semana de los bancos centrales de las principales economías desarrolladas, aquellos que implementan la política monetaria, todos ellos presionados por la fuerte elevación de precios.
La gran semana de los bancos centrales ha culminado y como era de esperar los caminos monetarios seguirán siendo divergentes. Mientras que el Banco de Inglaterra ha abierto la veda con la primera subida de tipos de interés, la Reserva Federal, por ahora, ha mostrado la intención de subir tipos (hasta tres veces) en 2022, mientras que el Banco Central Europeo (BCE) vuelve a ser el rezagado de la clase tras presentar una 'vaga' hoja de ruta para salir del 'modo crisis' y volver una posición menos expansiva. El final del plan es la vuelta a la 'casilla' en la que dejó Mario Draghi la política monetaria a finales de octubre de 2019: tipos negativos y compras mensuales netas de 20.000 millones bajo el programa APP.
Al igual que la Fed el pasado martes, el BCE también ha sido claro en cuanto a su hoja de ruta para 2022. No obstante, aquí terminan las similitudes entre ambas entidades.
La última reunión de 2021 del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) no dejó indiferente a nadie. El órgano encargado de dictar la política monetaria en Estados Unidos anunció este miércoles su intención de acelerar la retirada de sus estímulos ante el continuo acecho de la inflación. De esta forma, el banco central duplicará el ritmo en el recorte de sus compras de activos, un proceso, comúnmente conocido como tapering, en un esfuerzo por ganar margen de maniobra suficiente para implementar su primera subida de tipos de interés en la primera mitad del año que viene.
El impacto de reivincular la actualización anual de las pensiones al IPC descuadra ya las previsiones del Gobierno plasmadas en los Presupuestos de 2022.
La falta de trabajadores comienza a ser una realidad en la mayoría de sectores empresariales de la economía española. Según la encuesta de actividad del Banco del España, el porcentaje de compañías con dificultades para reclutar empleados se dispara del 13,2% al 27,2%, en el último trimestre del año. El repunte se produce en todas las ramas empresariales, pero principalmente en agricultura, comunicaciones y transporte. Solo el sector administrativo se libra de la escasez de mano de obra. Las compañías temen que esta situación provoque "mayores presiones sobre sus costes laborales, lo que denotaría que esa escasez de fuerza laboral tendría un reflejo sobre la cuantía de los incrementos salariales".
La inflación se ha convertido en una de las preocupaciones más notables para familias, empresas y bancos centrales. Tras años de estancamiento de los precios, el IPC está presentando tasas de variación no vistas en décadas en la zona euro. Pero como ya es habitual en la corta historia de la Eurozona, las divergencias entre países vuelven a ser más que notables.
El descubrimiento de la última variante de ómicron de la Covid-19 hizo que los mercados bursátiles cayeran en picado en el famoso Viernes Negro. Sin embargo, los mercados se han recuperado desde entonces y se han desprendido de ómicron. Los economistas también parecen tener mucha fe en la capacidad de adaptación de las economías.
El mercado tiene esta semana cuatro citas con los principales bancos centrales del mundo, de cuyas decisiones en política monetaria puede depender que los principales índices despidan un año tan excepcional en bolsa como lo fue 2019, justo antes de la irrupción del coronavirus, en el que Wall Street brindó ganancias del 29% y la bolsa europea, un 25%.
El surgimiento de la variable ómicron y la alerta lanzada por la Reserva Federal (Fed) respecto de la persistencia inflacionaria han revivido los temores a una ralentización de la recuperación post-COVID. Aquellos países que fueron capaces de reaccionar de manera más eficaz a las primeras olas del virus fortalecieron su posición y mostraron un crecimiento más robusto, como China en 2020 (2.3%). España, por su parte, sufrió una de las contracciones más profundas de las economías avanzadas en 2020 (-10.8%) y pasó de ilusionar con una recuperación robusta a preocupar por su ralentización. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), no será hasta finales de 2022 cuando se recuperen los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) de 2019.
El avance de la inflación está haciendo mella en los consumidores por el traslado de los precios a los bienes y servicios, aunque este encarecimiento también lo acusan ya las empresas. Sin ir más lejos, el entorno inflacionista está provocando que las obras públicas se hayan encarecido media en el último año y medio un 22,2%. Más allá, esta tendencia podría agravarse con el IPC en niveles históricos (5,6% en noviembre) y dificultar la situación tanto de empresas contratantes de los servicios, como por parte de las compañías prestatarias.
Mucho ha cambiado en lo que llevamos de año. En enero la economía seguía lastrada por restricciones en aforos y horarios. Las vacunaciones no habían empezado y la pandemia era casi la única preocupación de los inversores. Hoy, la economía crece con fuerza. Con el 80% de españoles vacunados quedan pocas restricciones en pie y la inflación se ha convertido en el centro de atención.
El peor momento para una inflación. Con la llegada de la campaña de compras navideñas, la época de mayor nivel de ventas del comercio, los consumidores van a encontrar un empobrecimiento notable de la cesta de la compra. Los productos online se están encareciendo por culpa de los cuellos de botella derivados de los problemas en la cadena de suministros y el déficit productivo en las fábricas.
La inflación destaca como la principal preocupación de los participantes en la última oleada del Consenso económico elaborado por PwC, correspondiente al último trimestre de este año. Sin embargo, a los más de 400 expertos, empresarios y directivos consultados no les preocupan tanto los altos precios en sí mismos como las subidas salariales precipitadas, y de gran cuantía, que puedan propiciar. Así, el 86% de los panelistas consultados por PwC expresan su inquietud por esos posibles "efectos de segunda ronda" que harán que la elevada inflación actual deje de ser transitoria, y se convierta en un problema "persistente".
El 86,6% de los expertos economistas y directivos de empresas consultados en el último panel trimestral de coyuntura económica de PwC considera que si la inflación se traslada a los salarios podría generar efectos de segunda ronda y convertirse en estructural.
Primero la Fed, el 15 de diciembre, y después el BCE y el Banco de Inglaterra se reunirán para abordar la retirada de estímulos monetarios, más adelantada en la primera economía del mundo y en las islas británicas, con la presión de la mayor subida del IPC en EEUU, el 6,8%, desde 1982.
El Gobierno no se fía de la recuperación. Hay mensajes contradictorios. Por un lado, se muestra optimista porque el paro desciende de manera constante y las cotizaciones sociales alcanzan tasas récord. La afiliación de noviembre, en 19.752.359 cotizantes, es la mayor de la serie histórica, mientras que el desempleo se redujo en 74.381 personas, hasta poco más de tres millones. La mayor caída en un noviembre y la cifra más baja de parados desde 2008. Sin embargo, desde esta semana celebra dos consejos de ministros semanales para centrarse en la recuperación y el propio Sánchez descartó el día de la Constitución su reforma y aplazó los cambios en el Consejo General del Poder Judicial para dedicar todo su tiempo a la economía.
Desde que Pablo Casado le propuso ser la nueva portavoz parlamentaria de su partido ha pasado poco más de un año, pero en su presencia da la sensación de que el cargo y la ocupación le viene como anillo al dedo, a pesar de las dificultades que supone lidiar en el Congreso con cualquier grupo parlamentario en la carrera de San Jeronimo.
Caixabank Renta Variable Internacional PP, con 1.300 millones de euros en activos bajo gestión, fue premiado este año como el mejor plan de bolsa global por Morningstar, por la consistencia de su rendimiento en los últimos años. Su estrategia, enfocada en las compañías de crecimiento y con un fuerte peso de las firmas tecnológicas, le ha favorecido. Pero sus responsables consideran que pese a la rotación de los inversores hacia los valores más cíclicos, todavía puede deparar un buen resultado en los próximos ejercicios.
Era el dato más esperado del día y no ha defraudado. La inflación en EEUU mantiene su tendencia al alza, al menos en términos interanuales, y se sitúa en el 6,8%, máximos que no se veían desde 1982, con Paul Volcker como presidente de la Fed y los tipos de interés oficiales en el 15%. Hoy, la situación es muy diferente. Pese a que las tasas de inflación se asemejan a las de 1982, Jerome Powell, presidente actual de la Fed, mantiene los tipos casi en el 0%. El debate está servido.
El índice de precios al consumidor (IPC) de China aumentó un 2,3 % interanual en noviembre, ocho décimas más que el registrado en octubre y el nivel más alto de 2021, debido a los precios industriales, que crecieron a un ritmo del 12,9 % afectados por los problemas logísticos globales y el incremento del coste energético. En concreto, los precios subieron un 2,4% en las ciudades y un 2,2% en las zonas rurales.
Las consecuencias para la economía del Reino Unido de una de las peores escaseces de mano de obra entre las naciones ricas empiezan a ser palpables. No faltan los testimonios de empresarios que buscan personal y no lo encuentran o se topan con candidatos que piden más salario y que incluso sopesan entre varias ofertas.
A primeros de septiembre la Vicepresidenta Calviño ya lanzó su profecía sobre la inflación " No es preocupante porque deriva del crecimiento". Es complicado decir más falsedades en una frase tan corta. Abundando en ellas, remató en el debate de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado la Ministra Montero diciendo que el fenómeno de inflación es "coyuntural". Y por si alguien no lo había interiorizado, a comienzos de esta semana sentenció Calviño poniendo fecha al fin de la inflación descontrolada: " La primavera de 2022".
Morgan Stanley ha elegido una serie de valores mundiales que, según dice, se beneficiarán de que la inflación siga siendo elevada en los próximos meses, publica la CNBC.
La inflación en EEUU prosiguió su aceleración galopante en noviembre. La previsión media de los analistas apunta a que el IPC general registrará este 10 de diciembre un máximo de 1982, el 6,7% interanual, y que el indicador subyacente, menos volátil, se irá al 4,9%, pico desde 1991.
Este año 2021 nos está dando, también, algunas sorpresas agradables en el terreno económico: aunque el PIB de 2019 no se ha recuperado, la recaudación en los diez primeros meses de este año ha superado a la del mismo periodo de ese año. Efectivamente, hasta el tercer trimestre la demanda interna estaba creciendo un 6,1%, mientras que los ingresos tributarios homogéneos se incrementaban un 13,8% con respecto a 2020.