Economía

El BCE anuncia el plan de retirada de los estímulos: reducirá progresivamente la compra de bonos

  • Pese al incremento del APP, las compras agregadas netas serán muy inferiores
  • TD Securities: "El BCE ha enviado un mensaje hawkish a los mercados"
  • El BCE ha comprado en noviembre unos 85.000 millones de euros en deuda
Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado el fin del programa de compras contra la pandemia (el llamado PEPP) a partir de marzo, tal y como estaba previsto. A partir de entonces las compras de deuda caerán a la mitad respecto al nivel actual. Bajo el PEPP, la institución está comprando al mes 60.000 millones de euros, a los que se suman los 20.000 millones que adquiere a través del programa de estímulos convencional, el llamado APP. 

Pero, por otro lado, a partir de marzo, el BCE incrementará en 20.000 millones mensuales, hasta los 40.000 millones, las compras del APP. De esta forma, a partir de marzo se pasará de un volumen de compras actual de 80.000 millones, a uno de 40.000 millones, si bien el descenso será progresivo: el BCE irá recortando hasta llegar a marzo las compras mensuales bajo este paraguas poco a poco hasta su desaparición definitiva. El banco central intenta mostrar así un pequeño giro de timón en su política monetaria.

De este modo, el BCE volverá a dar todo el protagonismo al APP (a partir del segundo trimestre de 2022) "en consonancia con una reducción gradual de las compras de activos y para garantizar que la orientación de la política monetaria sea apropiada". 

Una reducción progresiva

A partir de octubre de 2022, el Consejo de Gobierno mantendrá las compras netas de activos en el marco del APP a un ritmo mensual de 20.000 millones de euros durante el tiempo que sea necesario para reforzar el impacto acomodativo de sus tipos de política. El Consejo de Gobierno espera que las compras netas terminen poco antes de que comience a subir los tipos de interés clave del BCE.

Esta fecha será vigilada por el mercado, puesto que el fin de las compras netas supondrá el pistoletazo de salida para la primera subida de tipos de interés en la zona euro en años. 

El BCE más hawkish

Los economistas de TD Securities creen que "la decisión proporciona a los mercados más claridad de la que muchos esperaban hoy, con la aplicación relativamente clavada hasta 2022. El mensaje es hawkish y de línea dura, puesto que sugiere el fin del APP en algún momento de 2023 y la llegada de las subidas de tipos poco después".

Los analistas de ING subrayan la complejidad de los movimientos del banco central: "Con la decisión de hoy, el BCE ha entrado en un proceso de reducción de compras cauteloso y que es menos claro de lo que esperábamos. El BCE ha optado por garantizar el mismo nivel de flexibilidad en APP, lo que incluye permitirle comprar bonos griegos".

En lo que a tipos de interés se refiere, los cambios han brillado por su ausencia, como era de esperar por otra parte. La institución monetaria deja el tipo de interés principal (se cobra a los bancos en las subastas semanales) se encuentra en el 0%, el tipo sobre la facilidad de depósito (el que se cobra a los bancos por aparcar su dinero en el Eurosistema) está en el -0,5% y la facilidad de crédito (el que se cobra a los bancos que necesitan liquidez urgente del BCE) en el 0,25%.

El contexto es complejo para el banco central. Por un lado hay que tener en cuenta que la inflación (único mandato real del BCE) se disparó al 4,9% en noviembre, máximos de toda la historia de la zona euro. Por otro lado, los datos de PIB del tercer trimestre de 2021 revelan que la zona euro está solo ya a un 0,3% de alcanzar los niveles de PIB previos al covid: "Esto es un argumento a favor de reducir los estímulos monetarios de manera significativa y rápida", aseguran los expertos de Berenberg.

La compra de ómicron

Sin embargo, el reciente aumento de las infecciones en el centro de Europa y la rápida propagación de la variante ómicron del covid están generando una sombra oscura sobre las perspectivas a corto plazo de la zona euro.

Ante este contexto, muchos miembros del consejo del BCE se han pronunciado a favor de mantener un alto grado de flexibilidad a la hora de hablar sobre el futuro de los programas de compra de activos del BCE.

Son muchos los puntos que ha tenido que explicar Christine Lagarde, su presidenta, en la posterior rueda de prensa de la reunión de tipos de interés. Entre ellos han estado las previsiones económicas, en las que la inflación ha cobrado especial protagonismo. Además, la francesa también ha reconocido que la recuperación se está frenando.

El BCE ha revisado hoy sus previsiones de crecimiento e inflación. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha afirmado que los precios superarán el objetivo del 2% el próximo año. En concreto, la inflación escalará hasta el 3,2%. Sin alimentos, ni energía se situará en el 1,9%. La banquera ha seguido insistiendo, no obstante, en la transitoriedad de la subida de precios.

Pese a todo, desde Allianz creen que el ritmo del BCE será muy diferente al de la Fed (ayer dejó entrever que subirá los tipos tres veces en 2022), el Banco de Inglaterra (ha subido los tipos este jueves) o el Banco de Canadá. "Para la zona euro esperamos que el ciclo de subidas sea aún más superficial, lo que a su vez sugiere que habrá poco ajuste en términos reales", comentan desde la aseguradora alemana.

"Por lo tanto, el ciclo de ajuste del BCE es solo una eliminación gradual del modo de crisis actual en lugar de una clara desviación de la postura monetaria acomodaticia que ya prevalecía antes de la crisis del covid-19. Esperamos una primera subida de la tasa de depósito en septiembre de 2023, la primera desde el verano de 2011 y el comienzo del primer ciclo de subidas significativo desde finales de 2005", sentencian estos expertos.

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