
El BCE ha revisado hoy sus previsiones de crecimiento e inflación. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha afirmado que los precios superarán el objetivo del 2% el próximo año. En concreto, la inflación escalará hasta el 3,2%. Sin alimentos, ni energía se situará en el 1,9%.
La banquera ha admitido en su discurso inicial que la recuperación se está frenando. Esta perspectiva se ha materializado en la actualización de las previsiones del banco. Los economistas del BCE ha reducido una décima la previsión de crecimiento de la zona euro para este año al 5%, y han sido más severos para 2022. Han recortado cuatro décimas al 4,2% el PIB del siguiente año. La institución retrasa el impulso de la recuperación. El BCE prevé que la economía de la zona euro crezca al 2,9% frente al 2,1% anterior.
Lagarde ha reconocido que "la actividad económica se ha moderado durante el último trimestre del año y es probable que un crecimiento más lento se prolongue hasta principios del próximo año. Ahora esperamos que la producción supere su nivel prepandémico en el primer trimestre de 2022".
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha reconocido en rueda de prensa que, a pesar de esta revisión al alza de la inflación, la institución sigue confiando en que la subida de precios se relajará a lo largo de 2022 y se situará por debajo del 2% al final del horizonte de las proyecciones macroeconómicas.
De este modo, el banco central espera que la inflación de la zona euro en 2021 sea del 2,6%, frente al pronóstico de septiembre del 2,2%, para acelerar en 2022 al 3,2%, frente al 1,7% anticipado anteriormente (1,5 puntos más de la previsión anterior), y solo relajarse al 1,8% un año después, tres décimas por encima de lo esperado con anterioridad. Para 2024, el BCE espera que la inflación sea del 1,8%.
"La trayectoria futura de los precios de la energía y el ritmo al que se resuelven los cuellos de botella de la oferta son riesgos para la recuperación y las perspectivas de inflación. Si las presiones sobre los precios se traducen en aumentos salariales superiores a los previstos o si la economía vuelve más rápidamente a su plena capacidad, la inflación podría volverse más alta y persistente", ha asegurado Lagarde en rueda de prensa.
En cuanto al crecimiento del PIB de la zona euro, Lagarde ha reconocido una pérdida de impulso en los últimos meses de 2021 que se extenderá al arranque de 2022, lo que retrasará al primer trimestre del próximo año el momento en el que la eurozona recupere el PIB previo a la pandemia.
Previsiones para el PIB
En este sentido, el BCE prevé ahora que el PIB de la región crezca un 5,1% este año, para desacelerarse al 4,2% en 2022, cuatro décimas menos de lo esperado el pasado mes de septiembre, aunque ha revisado al alza su pronóstico para 2023, hasta el 2,9% desde el 2,1%. De cara a 2024, el BCE espera una expansión del 1,6%.
En cualquier caso, la presidenta del BCE ha subrayado que continúa siendo necesario mantener una posición acomodaticia de la política monetaria, que deberá ser complementada con estímulos fiscales específicos, así como mantener la flexibilidad y las opciones abiertas.