
La inflación en EEUU prosiguió su aceleración galopante en noviembre. La previsión media de los analistas apunta a que el IPC general registrará este 10 de diciembre un máximo de 1982, el 6,7% interanual, y que el indicador subyacente, menos volátil, se irá al 4,9%, pico desde 1991.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, claudicó ante la insistente presión de los precios en Estados Unidos y aseguró el pasado martes ante el Comité Bancario del Senado que es el momento para retirar la transitoriedad a la hora de referirse a la inflación. Un cambio de guion que vino acompañado de una velada posibilidad de que el banco central estadounidense acelere la retirada de sus estímulos en la próxima reunión prevista para el 14 y 15 de diciembre.
Antes de esta cita clave de la política monetaria, la Fed conocerá ya los datos de inflación de noviembre en la primera economía del mundo, que se publicarán el 10 de diciembre, con la expectativa de que el IPC general escale hasta el 6,7% y el subyacente, que excluye de la cesta de precios de referencia la energía y los alimentos, hasta el 4,9%, lo que muestra el impacto de los cuellos de botella en el comercio global, la explosión de la demanda contenida durante la pandemia o las tensiones en el mercado laboral, y resta importancia al petróleo y a otras materias primas, que hasta ahora eran una de las principales razones para defender la transitoriedad del fuerte crecimiento del IPC en los últimos meses.
"Tendemos a usarlo para significar que no dejará una marca permanente en forma de mayor inflación", aclaró Powell ante su previo uso del adjetivo "transitorio" al referirse al mayor repunte de los precios en más de tres décadas a este lado del Atlántico. "Creo que es un buen momento para retirar esta palabra y tratar de explicar más claramente lo que queremos decir", añadió.
Según sus explicaciones, en este momento, la economía de EEUU es muy fuerte y las presiones inflacionistas son mayores, por lo que, en su opinión, sería apropiado considerar la finalización de la reducción de las compras de activos de la Fed antes de lo inicialmente previsto.
"La economía mundial ha tocado techo en términos de crecimiento, de potencial de sorpresas en la actividad económica y revisiones de beneficios y, además, está cambiando su tendencia hacia una etapa más tranquila", observa el dr. Hans-Jörg Naumer, estratega de Allianz Global Investors, quien añade que "las economías de Estados Unidos y China han recuperado recientemente el ritmo, y en Europa, el dinamismo de la nueva ola de contagios conlleva riesgos a corto plazo".
"El Covid sigue teniendo la capacidad de alterar la demanda y la oferta y de reflejarse en episodios de risk-off en los mercados financieros. Normalmente, las perturbaciones inesperadas tienden a plantear dudas sobre la capacidad de la economía mundial para mantener su ritmo de recuperación. Esto, a su vez, desencadena la compra de activos supuestamente seguros, generando movimientos contraintuitivos en los rendimientos de los bonos cuando la narrativa macro es de crecimiento inflacionario y tipos de interés más altos. Es probable que el próximo año se mantenga esta pauta de comportamiento del mercado. Sin embargo, aunque el Covid seguirá siendo un problema, es probable que el aumento de las tasas de inflación en todo el mundo sea la principal preocupación", reflexiona Chris Iggo, analista de AXA Investment Managers.
Nuevas variantes del Covid
"Los mercados están muy centrados en la nueva variante ómicron y sí requerirá reformulación de vacunas, lo que los desarrolladores consideran puede llevarse a cabo en unos tres meses. La Universidad de Oxford ha señalado que las vacunas, a pesar de nuevas variantes, han seguido proporcionando niveles muy altos de protección contra casos graves y no hay evidencia de momento que vaya a ser diferente. Mientras algunos países europeos han reintroducido restricciones de movilidad. Por su parte la Reserva Federal prefiere no agregar un posible impacto de la nueva variante a sus pronósticos hasta que se discuta su reducción de compra de bonos del 14 al 15 de diciembre", apunta Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM.
Tanto el presidente de la Fed como la secretaria de Tesoro, Janet Yellen, perfilaron el reciente aumento de las infecciones de Covid y la aparición de la variante ómicron como riesgos tanto para el mercado laboral como la actividad económica. Powell también dijo que esta situación aumentaría aún más la incertidumbre en lo que a la inflación respecta.
Al margen de la inflación, durante la semana se conocerá la revisión del crecimiento del PIB en el tercer trimestre en la eurozona, que en la primera lectura marcó un 3,7%.