- 20/07/2021, 15:57
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Tue, 20 Jul 2021 15:57:03 +0200
En la última semana, el miedo a la inflación ha empezado a volverse serio. El índice mensual de precios en Reino Unido, por ejemplo, alcanzó el 2,5%, la mayor subida en tres años, a medida que la economía comenzó a desconfinarse y las empresas empezaron a subir los precios. En medio de la escasez de mano de obra, los salarios aumentan más de un 7% anual, y aunque puede haber algunos factores diferenciales, todo se confabula para recordarnos la nociva espiral de precios y salarios de los años 70. Al menos algunos miembros del Comité de Política Monetaria han empezado a barajar el endurecimiento de la política monetaria para mantener el aumento de los precios bajo control. Mientras tanto, en Estados Unidos la inflación ha alcanzado un alarmante 5,4%, la tasa más alta en trece años. Hay muchas explicaciones para ello, desde los cuellos de botella de la oferta, hasta los enormes planes de estímulo lanzados a las economías por los Gobiernos desesperados por salir de la pandemia, pasando por el cambio de comportamiento de los consumidores tras dejar de estar encerrados en casa. Sin embargo, sea cual sea la razón, parece inevitable que haya subidas de precios sostenidas durante algún tiempo.