Universidad
- 14/05/2020, 08:00
14/05/2020, 08:00
Thu, 14 May 2020 08:00:00 +0200
La universidad española ha vivido durante el último cuarto de siglo una importante expansión. En el curso 1994-1995, el país contaba con 46 universidades públicas y cinco privadas. Casi cinco lustros después, en el curso 2017-2018, las cifras repuntaron, respectivamente, hasta 50 y 34 centros, según el informe La contribución socioeconómica del Sistema Universitario Español, realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas. Paralelamente al crecimiento de las instituciones, el cuerpo docente experimentaba una hipertrofia similar: según Eurostat, España es el segundo país mejor dotado de la UE, con 167.000 profesores dedicados a la educación superior, solo por detrás de Alemania (407.100) y tomando la delantera a naciones más pobladas y con mayor renta per cápita como Reino Unido (156.300) y Francia (120.200), y de similar peso como Italia (91.300). Podría pensarse que este despliegue académico ha significado simultáneamente una modernización del sistema universitario, pero la realidad indica que, todavía, bien entrado el siglo XXI, acceder a unos estudios de primer rango implica asistir en cuerpo y alma a una colección interminable de clases, exámenes y tutorías.