LA OPINIÓN DEL EXPERTO | JOAN CABRERO
- 25/08/2025, 06:05
El Titanic, majestuoso, deslizándose por el Atlántico con su cubierta llena de pasajeros entregados a la fiesta. El champán corría, la orquesta tocaba y muchos seguían bailando, incluso cuando el rumor del iceberg ya se percibía en el horizonte. No era ceguera, era esa mezcla de autosugestión y fe en que lo imposible nunca sucede… hasta que sucede.