
El euro/dólar ha sido uno de los activos más vigiladas en lo que ha transcurrido de 2025. Su evolución desde enero ha suscitado más interés del que se esperaba antes de que comenzara el año y ha llevado al par a las puertas de registrar el que sería su mejor ejercicio de la década, al revalorizarse más de un 12% desde enero, una cifra no vista desde 2017.
El histórico incremento alemán del gasto en defensa, la formalización de la nueva política arancelaria de EEUU, la perdida de peso del dólar como divisa refugio, el aumento sin freno en la cotización del oro, la amenaza del final del excepcionalismo de la bolsa estadounidense... los catalizadores que han favorecido este movimiento son numerosos según los analistas que cubren al par, que durante el año han visto en ellos signos que advierten de que el mercado se encuentra en este 2025 ante un nuevo ciclo macroeconómico en ciernes.
Las previsiones de los analistas reflejan esta tendencia. Sobre todo, tras el anuncio de las políticas arancelarias de Donald Trump. Las decisiones del presidente de EEUU han marcado un antes y un después en la evolución de las estimaciones de los expertos de cara a 2026.
Antes del Día de la Liberación -el momento en el que el magnate estadounidense anunció las nuevas tarifas comerciales para todos y cada uno de sus socios comerciales sin excepción- se podía observar estimaciones de los analistas que en algunos casos concretos apuntaban a un par en los 1,08 enteros de cara al año que viene, mientras que los días posteriores al anuncio esa cifra se pudieron ver previsiones que elevaban su valoración hasta los 1,17 enteros, como es el caso de Citi, e incluso hasta los 1,22 de TD Securities.
El transcurso de las semanas y los meses ha exacerbado esta dinámica y favorecido que algunos los analistas como ABN Amro o NAB/BNZ vean al par en los 1,25 e incluso los 1,28 dólares por euro. Son solo algunos ejemplos de como ha variado la dinámica, porque el consenso de analistas ve, de media, en los 1,22 enteros al par en 2026, lo que supondría superar los máximos del año ya marcados (1,18) y, en consecuencia, registrar una revalorización cercano al 18% en el conjunto del año.

De materializarse esta previsión del consenso de analistas, se superaría el mejor balance mensual de la década, que data de 2017 -cuando se revalorizó un 14%- y 2025 entraría de lleno en el podio de ejercicios más alcistas que ha registrado en su historia, tras 2002 y 2003, años en los que se disparó un 17 y un 20% respectivamente.
¿Apostar en contra del dólar, es una equivocación?
A raíz de la evolución del euro/dólar en este periodo de tiempo, de las estimaciones de los analistas -que ven al par yendo más allá de sus altos anuales y registrando su mejor año de la década-, y teniendo en cuenta las cada vez más recurrentes declaraciones de analistas y expertos poniendo en tela de juicio el papel del dólar como activo refugio en momentos de turbulencias financieras, es conveniente preguntarse si sigue teniendo vigencia la mítica frase de Warren Buffet en la que aseguraba que apostar en contra del billete verde es una equivocación, algo que nunca sale bien.
Y más en pleno simposio de Jackson Hole, históricamente relevante en materia de política monetaria para las entidades centrales más importantes del mundo.
"Es poco probable que se desencadene una volatilidad importante en los mercados de divisas", anticipan los analistas de divisas de Bank of America, Adarsh Sinha y Janice Xue, y hacen hincapié en la importancia que tendrán publicaciones macro clave en septiembre, incluido el informe sobre el empleo en Estados Unidos. "Los mercados están descontando una rebaja de casi 25 puntos básicos en septiembre, pero creemos que la decisión dependerá de la reacción de Powell en función del flujo de datos estanflacionarios que haya", señalan.
Más optimista en ese sentido se muestra Mabrouk Chetouane, Director de estrategia de mercados globales de Natixis IM Solutions, quien espera un nuevo ciclo de recortes de tipos por parte de la entidad estadounidense a partir de septiembre.
"Llevamos varios meses pensando que la Fed tendría que recortar los tipos en 75 puntos básicos antes de finales de 2025 para combatir la desaceleración económica. Aunque la cuestión de un recorte importante en septiembre sigue estando muy abierta, especialmente si obtenemos otro informe de empleo decepcionante, esperamos que la Fed adopte un enfoque gradual, favoreciendo un recorte de 25 puntos básicos en cada reunión del FOMC.